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4. La cultura son los planes de trabajo, las políticas culturales que los pueblos nos damos para transitar la vida en relación a los planes de educación, a las relaciones en el trabajo, a las relaciones internacionales, al ejercicio de la democracia y a la construcción de la paz y la convivencia.
5. La cultura son las concepciones que los seres humanos tenemos sobre el mundo en el que vivimos, en la construcción de nuestra propia identidad, nuestra propia razón de ser, la visión sobre la historia, el quehacer en el presente y los caminos de construcción hacia nuestro futuro y el futuro de las generaciones que nos continuarán.
En tal sentido proponemos:
1. Profundizar la educación ambiental en su más amplia expresión, asegurando la preservación de la naturaleza en todos los órdenes. EL MUNDO ES NUESTRA CASA.
2. Ninguna iniciativa humana debe ir en detrimento del entorno. Cualquier proyecto de desarrollo en cualquiera de los órdenes de la vida humana deberá mantener un estricto equilibrio con la naturaleza.
3. Debemos incorporar la educación para la paz en todos los ámbitos educativos formales y no formales. Todo conflicto deberá ser resuelto por los ámbitos de diálogo en respeto irrestricto a la autodeterminación de los pueblos, al reconocimiento de las minorías y en la aceptación sin límites de la más absoluta diversidad donde la libertad sea la condición, y el respeto y los derechos del otro sean el marco esencial de la convivencia ciudadana. NUESTRO PUEBLO ES LA HUMANIDAD.
4. Se vuelve imprescindible incorporar la educación por el arte como un territorio esencial del crecimiento humano. Hacemos nuestra la consigna “un niño, un instrumento” y tomamos ejemplos en el continente donde los niños y niñas construyen sus propios instrumentos en el entendido que reciclar también significa crear. Asumiremos fervorosamente iniciativas que incorporen el teatro en cada centro educativo, que sumen la danza como práctica artístico-pedagógica. Lo mismo pensamos para las artes plásticas y las artes audiovisuales. Procuraremos que en cada centro de estudios se organicen círculos de creación literaria donde proliferen “las sociedades de los poetas vivos” para abordar la literatura en su más amplia y libre realización, como el arte de las palabras que será el arte de la profundización del pensamiento, de la comunicación y del mejoramiento de las relaciones humanas.
5. Es menester trabajar por la profundización del conocimiento de nuestra historia reciente y de la historia del país, el continente y el mundo. El fortalecimiento de la identidad y de la memoria nos hará más libres y más ciudadanos constructores del país que anhelamos. En esa propuesta es imprescindible crear la cultura de la participación democrática en cada ámbito social. Si nuestra estrategia es profundizar la democracia, debemos bogar por la construcción de un ser humano demócrata y eso solo se logra con el ejercicio cotidiano de la democracia desde los primeros años de vida. El trabajo pedagógico-social con la primera infancia debe ser considerado el tramo fundamental para iniciar estos procesos.
6. Asegurar los derechos culturales de todas las minorías es parte del proceso de cambio y fortalecimiento social que pretendemos, así como todos los aspectos que en este sentido conciernen a la mujer.
