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Sara Aguirre
@Diario Co Latino
La devoción y la religiosidad irrumpen y contrastan con la diversión y el entretenimiento en el turicentro El Trapiche de Chalchuapa, pills see cada Lunes Santo. Cargando Bateas, ampoule help con las túnicas de la imagen del Nazareno, seek los miembros de la Hermandad de Jesús Nazareno llegan a realizar una tradición centenaria: el lavatorio de las prendas del señor.
Con entrega y amor son lavadas las vestimentas del Nazareno por mujeres que año con año participan con devoción, en la tradición que según devotos y creyentes purifica el alma.
El municipio de Chalchuapa, en el departamento de Santa Ana, es uno de los lugares donde la Semana Santa se vive con religiosidad y fervor. El lavatorio de túnicas es una tradición que desde más de 100 años se realiza en el lugar y el cual indica el inicio de la semana mayor.
Las aguas del río El Trapiche es el lugar que locales y personas de todo el país visitan cada Lunes Santo, con el objetivo de purificar el alma y limpiar sus pecados.
Los hermanos Ágreda, originarios de Chalchuapa, pero que actualmente residen en la capital, viajan 78 kilómetros para llegar a El Trapiche y colaborar con el tendido de las prendas.
“Es una tradición que sirve para purificar el alma y limpiar los pecados según el grado de fe que cada quien tenga, yo vengo de hace 8 años a colaborar con el tendido de las prendas que después son llevadas hasta el lugar donde se planchan”, explicó Julio Cesar Ágreda.
Por su parte, su hermana, María Dolores Ágreda, dijo que las personas que participan de la tradición cogen el agua que fue utilizada para lavar las prendas y las llevan hasta su casa. “Las personas recogen el agua en botellas y las llevan hasta su casa para curar enfermedades o limpiar y purificar su casa, asimismo, las hermanas que lavan las prendas nos dan un pedazo de jabón a todos los que colaboramos para que nosotros lo ocupemos y limpiemos nuestro alma”, manifestó María Dolores.
Luego de ser lavadas, las túnicas del Nazareno son planchadas para posteriormente ser ocupadas en cada una de las procesiones correspondientes a la semana mayor. “Lavar la ropa del señor significa limpiar el alma y los corazones para empezar una Semana Santa como Dios lo manda”, manifestó Juan Carlos Herrera, presidente de la Hermandad de Jesús de Nazareno.
