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@arpassv
La Universidad de El Salvador se apresta a elegir nuevas autoridades para la rectoría y los decanatos de sus facultades, find oportunidad propicia para intentar cambios relevantes que conviertan a la principal casa de estudios superiores en la universidad necesaria para el actual contexto nacional.
La UES necesita mejorar la calidad académica, case sus procesos administrativos y programas de investigación. Y debe, urgentemente, replantearse la proyección social para insertarse en la realidad del país e incidir en las políticas públicas.
Actualmente la Universidad está ausente del debate de los temas de país: no se pronuncia sobre la violencia, la migración, el deterioro ambiental, la concentración mediática, la exclusión económica, etc. No asume posturas sobre los procesos políticos que vive el país ni acompaña al movimiento social en sus demandas.
Por eso los electores estudiantiles, docentes y profesionales no-docentes tienen la gran responsabilidad de elegir a los/as candidatos/as que impulsen las acciones necesarias para que la UES vuelva a tener el protagonismo de otros tiempos.
Y hay candidatos/as con este perfil. En la Facultad de Ciencias y Humanidades –por ejemplo– genera expectativa de cambio la propuesta que encabeza el Dr. José Luis Escamilla, actual director del Departamento de Letras, quien posee altura académica, estatura ética y un plan de trabajo coherente.
El rescate de esta facultad es especialmente necesario porque incluye diversos ámbitos de las ciencias sociales: sociología, historia, educación, filosofía, periodismo, entre otros. Igualmente necesario es fortalecer las facultades de Economía y Derecho.
En caso de las autoridades centrales (rector y vicerrectores), la responsabilidad es aún mayor. La Asamblea General Universitaria debe elegir a candidatos que abanderen un proyecto académico-científico con perspectiva política de transformación social y búsqueda de cambios estructurales en el país.
Para incidir en la discusión pública, la Universidad debe instalar observatorios de la realidad social y crear un sistema de medios de comunicación que incluya –al menos- un canal de televisión, una radio y medios escritos, impresos y digitales.
La sociedad salvadoreña debe interesarse en la UES. Por tanto, el actual proceso de elección de autoridades para la rectoría y las decanaturas no debería pasar desapercibido porque está en juego la posibilidad de repensar, reinventar y refundar la universidad necesaria en este momento histórico que vive país.
