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“La historia es un juez que es capaz de poner en mal a cualquiera”

Alexander Pineda
@DiarioCoLatino

Por iniciativa personal, el investigador en historia, Ángel Eduardo Aguiluz, se ha dado a la tarea de digitalizar una fracción de la historia salvadoreña, ejemplares de revistas y periódicos que dan cuentan de importantes sucesos del devenir histórico de la nación, han sido compilados electrónicamente por el joven de 33 años, quien afirma, que existe desinterés institucional por preservar la historia.

“La historia se tiende a ver como una inquisición, un juez, que es capaz de poner en mal a cualquiera, la labor es explicar el pasado para comprender el presente”, comenta Aguiluz, acerca de la necesidad de preservar los archivos hemerográficos, como constancia indeleble de lo que debe ser recordado.

La iniciativa de Aguiluz, se dio a conocer recientemente, tras los daños que sufrieran unos 200 tomos de registros hemerográficos resguardados en el sótano de la Biblioteca Nacional Francisco Gavidia, por una torrencial lluvia.

La asunción de Maximiliano Hernández Martínez, como mandatario en los tempranos treinta y el genocidio indígena ordenado por su gobierno solo unas semanas más tarde; la caída del martinato en la década siguiente; el despegue industrial impulsado por el Coronel Oscar Osorio en los cincuenta; las cien horas de guerra con los vecinos hondureños a fines de los sesenta.

Aquella tarde del 30 de julio de 1975, en la que decenas de estudiantes, docentes y trabajadores fueron abatidos a tiros por el Ejército; el conflicto civil que se llevo consigo la vida de 75 mil salvadoreños en la perdida década de los ochenta; El Salvador goleado 10 a 1 por Hungría en España 82; la firma de los Acuerdos de Paz y la postguerra noventera; dos potentes sismos devastan a la pequeña nación centroamericana en el nuevo siglo, la llegada del nuevo milenio, nuevas tecnologías y una moneda extranjera se apodera de la economía nacional.

Todo, todo es tan digno de ser resguardado para el conocimiento de generaciones presentes y futuras, pues, como ya apuntó el joven historiador, los documentos que ahora están descuidados son jueces, a veces silenciosos, de todas y cada una de las épocas que, para bien o para mal, son parte de la historia salvadoreña.

Ángel Eduardo Aguiluz, investigador e historiador. Foto Diario Co Latino/Juan Carlos Villafranco.

La burocracia

“Yo les llevo el proyecto y me dicen: “sí, lo vamos a hacer, es buena idea”, yo no espero que me involucren, yo espero que se haga, cuando llega el proyecto a la institución, se topan con la burocracia, con los permisos, presupuesto, licitaciones, dicen que no tienen gente, y si la tienen, lo hacen de mala gana”, dijo Aguiluz, acerca del principal obstáculo para desarrollar la labor de digitalizar todo el archivo hemerográfico y ponerlo a disposición del público.

El investigador manifiesta que ya se ha ofrecido a realizar el trabajo de digitalizar de manera solitaria, pidiendo solamente los insumos mínimos para ejecutar la tarea (una cámara y una computadora), a lo que recibe como respuesta: “no hay presupuesto”. Asimismo, afirma de que la Biblioteca Nacional cuenta con la tecnología para la digitalización, pero no cuenta con el personal suficiente.

Las casas editoriales también contribuyen a la burocracia del proceso, los reclamos en materia de derechos de autor están a la orden del día, puesto que a pesar de vender los periódicos, el contenido es de su propiedad y denuncian la difusión por escaneo de sus ejemplares en medios electrónicos,  sin previa autorización.

“Yo no gano nada guardando todo eso, yo soy crítico de la gente que posee documentos históricamente valiosos y no los comparte”, expresa Aguiluz, con respecto a su disposición por otorgar su compilación de archivos digitales a las instituciones bibliotecarias, según explica, ya hay archivos hemerográficos de la década de los 50s.

El esfuerzo de Aguiluz, es destacable pues constituye un esfuerzo por la preservación de retazos de la historia salvadoreña, vistazos al pasado que permitirían entender el presente, el joven exhorta a las instituciones “gestoras de la materia cultural”, a atender la problemática de la degradación del registro hemerográfico nacional.

“No se debe discriminar nada”

Esta es la afirmación del investigador, no hay criterio que valga para no atesorar los documentos que muestran una etapa de la vida nacional, un hecho trascendental, los escritos cuentan lo que pasaba en un momento determinado, desde distintas posiciones ideológicas, “una fotografía, un cassette, un video, una revista, todo es importante porque cuenta algo”, añadió. Además, Aguiluz, señaló que el gobierno que asuma el próximo 1 de junio, debe reducir al mínimo la burocracia, con el fin de agilizar el proceso de recuperación y restauración del registro hemerográfico, así como de su digitalización y gestión de los derechos de autor.

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