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Juego sucio

@arpassv

Los medios hegemónicos nunca han jugado limpio. Siempre han jugado sucio: siempre han difamado y calumniado a críticos del status quo, cure manipulado información y cerrado filas cada vez que los intereses pudientes están en riesgo. Su juego es aún más sucio durante las campañas electorales: no tienen escrúpulos en mentir, difundir campañas de miedo, etc.

Ahora nuevamente juegan sucio con una campaña donde, irónicamente, exigen juego limpio al gobierno. Se trata de la ofensiva mediática que pretende revertir la concesión del Canal 11, otorgado recientemente por la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET) a un inversionista extranjero muy temido por los empresarios mediáticos locales.

En la campaña, suscrita por ASDER (Asociación Salvadoreña de Radiodifusores), incluso participan conocidos entrevistadores de televisión que abandonaron su rol de “periodistas objetivos” y se enlistaron como defensores del poder mediático. Ellos se oponen a la apertura del nuevo canal televisivo por supuestas anomalías en la asignación de la concesión.

ASDER y los ex periodistas objetivos (hoy activistas del oligopolio televisivo) alegan irregularidades en el traspaso del Canal 37 UHF al Canal 11 VHF, procedimiento que está permitido por la Ley de Telecomunicaciones vigente y que se ha realizado en ocasiones anteriores sin que ASDER y los ex periodistas objetivos se escandalizaran por eso.

En aquellas ocasiones no hubo protestas porque los beneficiarios eran miembros de ASDER y patronos de los ex periodistas objetivos. A los empresarios mediáticos ahora los mata su propia medicina, y por eso vuelven a jugar sucio: presionan a la SIGET para evitar que surjan nuevos competidores. Así presionaron también a la Asamblea Legislativa para quedar excluidos de la Ley contra el Lavado de Dinero.

Es hipócrita que los grandes medios exijan juego limpio, si ellos siempre juegan sucio, y que critiquen los procedimientos de asignación de concesiones, cuando con esos mismos mecanismos sus propietarios se repartieron el espectro radioeléctrico. ASDER y los ex periodistas objetivos (hoy paladines del poder mediático) son, por tanto, burros hablando de orejas.

Ojalá que el gobierno no ceda ante la presión de los grandes medios, y siente un precedente histórico: por primera vez la SIGET (feudo tradicional de los empresarios mediáticos) resolvería contra los intereses del poder mediático. Igual mensaje de independencia estatal frente a los medios hegemónicos, enviará el Presidente Salvador Sánchez Cerén vetando la reforma que excluye a los medios de comunicación de la Ley contra el Lavado de Dinero.

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