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Por Daphné Rousseau
Jerusalén/AFP
Israel, acusado por Estados Unidos de bloquear el proceso de paz, reaccionó el miércoles arremetiendo contra los palestinos, y empezó a sancionarlos limitando los contactos entre ministros.
Los ministros del gobierno de Benjamin Netanyahu recibieron este miércoles la consigna de limitar los contactos con sus homólogos palestinos, salvo en materia de seguridad y de negociaciones, indicó a la AFP una fuente gubernamental.
«En respuesta a las violaciones palestinas de las promesas hechas en el marco de las negociaciones de paz, se pidió a los ministros del gobierno israelí que se abstengan de reunirse con sus homólogos palestinos», precisó esta fuente bajo condición de anonimato, aludiendo a la firma de las peticiones de adhesión de Palestina a 15 convenciones y tratados internacionales.
El ministro palestino de Trabajo Ahmad Majdalani restó importancia a esta decisión, y subrayó que «el 90% de los asuntos diarios corrientes se tratan con la administración militar israelí».
«De hecho no hay encuentros organizados entre ministros palestinos e israelíes, salvo entre ministros de Finanzas», declaró Majdalani a la AFP.
Una fuente gubernamental palestina indicó a la AFP que podría tratarse del inicio del congelamiento de las transferencias de los impuestos recaudados por Israel para la Autoridad Palestina, pues lo esencial de los encuentros entre los ministros de Finanzas gira en torno a estos impuestos, que sirven para pagar a los funcionarios palestinos.
En el acuerdo logrado en julio bajo el patrocinio del secretario de Estado estadounidense John Kerry, Israel se comprometía a liberar en cuatro fases a 104 presos encarcelados antes de los acuerdos de Oslo de 1993.
A cambio, la dirigencia palestina aceptó suspender cualquier gestión de adhesión a las organizaciones internacionales hasta el fin de las negociaciones, el 29 de abril.
Pero Israel rechazó liberar el 29 de marzo, contrariamente a lo previsto, al cuarto y último contingente de presos, y pidió una prórroga de las negociaciones más allá del 29 de abril.
El presidente Mahmud Abas respondió firmando el 1 de abril las peticiones de adhesión de Palestina a 15 convenciones y tratados internacionales, al considerar que las nuevas exigencias planteadas por Israel para las liberaciones lo dispensaban de cualquier compromiso para no hacerlo.
‘Implosión del proceso de paz’
Estados Unidos calificó este miércoles de «desafortunada» la orden israelí de restringir los contactos con ministros palestinos.
«Creemos que la cooperación entre Israel y la Autoridad Palestina ha beneficiado a ambas partes», dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki.
«Seguimos instando a ambas partes a tomar medidas que contribuyan a crear un ambiente propicio para la paz», añadió la portavoz.
Kerry criticó el martes a ambas partes por sus recientes decisiones, «que no contribuyen» a la continuación de los diálogos, pero criticó en especial a Israel.
«Desgraciadamente, los presos [palestinos] no fueron liberados el sábado [29 de marzo], cuando debieron haberlo hecho», se lamentó Kerry ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
«Luego pasaron un día, dos días, tres días, y en la tarde, cuando podía tal vez llevar a cabo las liberaciones, Israel anunció 700 nuevas viviendas en las colonias. Y miren dónde estamos ahora», agregó.
El gobierno israelí ha estado muy silencioso respecto a la crítica estadounidense, pero los escasos funcionarios que se expresan responsabilizaron a los palestinos de la crisis.
«Escuché por ahí que Israel causó la implosión del proceso de paz con su programa de construcción», ironizó el ministro de Economía Naftali Bennett, jefe del partido nacionalista religioso Hogar judío.
«Durante años, son los palestinos los que han tratado con sus explosiones de impedirnos vivir en la capital eterna del pueblo judío e Israel no se excusará jamás por estas construcciones en Jerusalén», afirmó Bennett, refiriéndose a las 700 viviendas previstas en la colonia de Gilo.
