Página de inicio » Nacionales » Indulto, una larga espera para la libertad de William
William Alberto Pérez Jerez recibió el séptimo indulto otorgado desde 1998, en enero de este año. Pérez Jerez es un reo condenado por el delito de secuestro agravado y que le fue diagnosticado una enfermedad poco común el país: “Síndrome de devic”. Desde entonces su abogado ha solicitado libertad condicional, el beneficio de la tercera parte de la pena, una revisión de la pena ante el Juzgado Primero de Vigilancia y hace un par de años ante la negativa de los recursos legales anteriores, pidió el indulto. Pese a que ya fue concedido con más de 40 votos en la Asamblea Legislativa, Pérez Jerez continúa esperando por su libertad. De acuerdo con su abogado, Dennis Muñoz, desde el pasado 16 de diciembre Pérez Jerez  abandonó el centro penal donde guarda prisión y se encuentra ingresado en el hospital Nacional Rosales por la gravedad de su enfermedad y los avances de la misma. El abogado reclama que a pesar que ya está avalado el indulto por la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y la Asamblea Legislativa, el mismo no puede hacerse efectivo. Según el mecanismo legal, para hacer efectivo dicho beneficio, primero la CSJ debe de darle el visto bueno, luego pasa hasta la Asamblea Legislativa para su aval y luego es enviado al Presidente la República, para que lo vete o le de luz verde y la publicación en el Diario Oficial. Luego del proceso con el Presidente y el Diario Oficial debe de regresar primero a la Asamblea, después a la CSJ y que esta última instancia lo envíe y notifique al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria.
 Pérez Jerez fue condenado a 30 años de cárcel por el delito de secuestro, pero por su enfermedad de “síndrome de devic”, que deriva un cuadro parapléjico y ceguera parcial, los diputados consideraron avalar el indulto. En el decreto 925 con fecha de 16-01-2015 se confirma dicho tramite por la Asamblea Legislativa, pero se aclara que está pendiente de publicación en el Diario Oficial y entrada en vigencia. “Concédase gracia de indulto a favor del reo William Alberto Pérez Jerez, de la pena impuesta por el delito de secuestro agravado como cómplice no necesario, pena impuesta por el Tribunal Segundo de Sentencia de San Salvador”, se lee. Para llegar hasta la aprobación del indulto se recorrió un largo camino. Según explica su abogado, el indulto lo presentó el 10 de junio de 2010 por la condena de ocho, pese a que su defendido había sido primero condenado por 22 años, siempre por secuestro, pero por considerar que existieron vicios en la primera condena, se tomó como la base la segunda. De acuerdo con Muñoz para resolver la petición se han demorado cuatro años y medio. “Es impresionante, considerando que él ya padecía de la enfermedad”, dice el abogado. Muñoz dice que aceptó el caso por dos cosas: por los errores del expediente judicial y por “la enfermedad”. “Al final la Corte dio el indulto por el tema de humanidad, por la enfermedad, más no por el contexto de los vicios del proceso”, explica. “Es lamentable tardarse tanto, a William le pudo haber pasado, lo que ocurrió hace dos años, cuando se indultó a un difunto. El Estado está dejando morir a William, se sabe por el hospital Rosales y Medicina Legal que él tiene una enfermedad grave, severa, degenerativa, progresiva e incurable”, critica. Agrega que en este caso, se sabe que el reo va a morir, por eso se busca que “el indulto se haga efectivo y se le otorgue una alternativa para que no esté cumpliendo la pena en un centro penitenciario”, por la gravedad. Asegura que en este tipo de casos, incluso, no se puede cumplir con la ley penal, porque el hombre está enfermo y la mayoría de tiempo pasa en el hospital. Según los datos del abogado defensor, desde 1998 se han otorgado siete indultos, a seis hombres y una mujer. A criterio del abogado este tipo de procesos deberían tener otros sistema, para que se vuelvan mucho más ágiles. En el caso de William, la CSJ conoció de la petición de indulto el 14 de octubre de 2011, casi un año y dos meses después. A criterio del juzgador, esta lucha para lograr la liberación de William fue presentada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) donde se presentó una demanda en contra del Estado salvadoreño, por no resolver sobre las peticiones del reo, pese a las condiciones de salud. Incluso, fue mucho antes que las autoridades en el país, que la CIDH otorgó Medidas Cautelares para el reo en el mes de octubre del año pasado y la CSJ resolvió en diciembre. Para el defensor, deberían existir otros mecanismos legales para resolver este tipo de casos, es decir, de reos que sufren enfermedades crónicas o terminales. Muchos de los reos, incluso, tienen problemas para sus traslados desde los penales hasta los centros médicos, donde reciben sus tratamientos. Los datos de la dirección de Centros Penales indican que las enfermedades más comunes al interior de los recintos es cáncer, insuficiencia renal, tuberculosis, VIH Sida y un caso de “síndrome de devic”, el de Pérez Jerez.
 Los datos del sistema indican que los centros penales con mayores casos de enfermedades son el Centro la Esperanza o Mariona, Cárcel de Mujeres y el penal de San Vicente. Para el abogado, el sistema debería de crear un Consejo de Salud Penitenciario, que se encargue de ver este tipo de casos. Primero, que el Consejo evaluaría la situación de los enfermos; segundo, presentar propuestas a la Asamblea Legislativa de la opción de indultos colectivos y, tercero, que presente documentado cada caso, los más críticos a los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria.
Este Consejo podría estar integrado por criminólogos, Medicina Legal, Ministerio de Salud, Sociedad Civil, internos y la misma CSJ. 


Indulto, una larga espera para la libertad de William

@BeatrizCoLatino

William Alberto Pérez Jerez recibió el séptimo indulto otorgado desde 1998, sickness en enero de este año.

Pérez Jerez es un reo condenado por el delito de secuestro agravado y que le fue diagnosticado una enfermedad poco común el país: “Síndrome de devic”. Desde entonces su abogado ha solicitado libertad condicional, el beneficio de la tercera parte de la pena, una revisión de la pena ante el Juzgado Primero de Vigilancia y hace un par de años ante la negativa de los recursos legales anteriores, pidió el indulto.

Pese a que ya fue concedido con más de 40 votos en la Asamblea Legislativa, Pérez Jerez continúa esperando por su libertad.

De acuerdo con su abogado, Dennis Muñoz, desde el pasado 16 de diciembre Pérez Jerez  abandonó el centro penal donde guarda prisión y se encuentra ingresado en el hospital Nacional Rosales por la gravedad de su enfermedad y los avances de la misma. El abogado reclama que a pesar que ya está avalado el indulto por la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y la Asamblea Legislativa, el mismo no puede hacerse efectivo.

Según el mecanismo legal, para hacer efectivo dicho beneficio, primero la CSJ debe de darle el visto bueno, luego pasa hasta la Asamblea Legislativa para su aval y luego es enviado al Presidente la República, para que lo vete o le de luz verde y la publicación en el Diario Oficial.

Luego del proceso con el Presidente y el Diario Oficial debe de regresar primero a la Asamblea, después a la CSJ y que esta última instancia lo envíe y notifique al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria.

Pérez Jerez fue condenado a 30 años de cárcel por el delito de secuestro, pero por su enfermedad de “síndrome de devic”, que deriva un cuadro parapléjico y ceguera parcial, los diputados consideraron avalar el indulto.

En el decreto 925 con fecha de 16-01-2015 se confirma dicho tramite por la Asamblea Legislativa, pero se aclara que está pendiente de publicación en el Diario Oficial y entrada en vigencia.

“Concédase gracia de indulto a favor del reo William Alberto Pérez Jerez, de la pena impuesta por el delito de secuestro agravado como cómplice no necesario, pena impuesta por el Tribunal Segundo de Sentencia de San Salvador”, se lee.

Para llegar hasta la aprobación del indulto se recorrió un largo camino.

Según explica su abogado, el indulto lo presentó el 10 de junio de 2010 por la condena de ocho, pese a que su defendido había sido primero condenado por 22 años, siempre por secuestro, pero por considerar que existieron vicios en la primera condena, se tomó como la base la segunda.

De acuerdo con Muñoz para resolver la petición se han demorado cuatro años y medio.

“Es impresionante, considerando que él ya padecía de la enfermedad”, dice el abogado.

Muñoz dice que aceptó el caso por dos cosas: por los errores del expediente judicial y por “la enfermedad”.

“Al final la Corte dio el indulto por el tema de humanidad, por la enfermedad, más no por el contexto de los vicios del proceso”, explica.

“Es lamentable tardarse tanto, a William le pudo haber pasado, lo que ocurrió hace dos años, cuando se indultó a un difunto. El Estado está dejando morir a William, se sabe por el hospital Rosales y Medicina Legal que él tiene una enfermedad grave, severa, degenerativa, progresiva e incurable”, critica.

Agrega que en este caso, se sabe que el reo va a morir, por eso se busca que “el indulto se haga efectivo y se le otorgue una alternativa para que no esté cumpliendo la pena en un centro penitenciario”, por la gravedad.

Asegura que en este tipo de casos, incluso, no se puede cumplir con la ley penal, porque el hombre está enfermo y la mayoría de tiempo pasa en el hospital.

Según los datos del abogado defensor, desde 1998 se han otorgado siete indultos, a seis hombres y una mujer.

A criterio del abogado este tipo de procesos deberían tener otros sistema, para que se vuelvan mucho más ágiles.

En el caso de William, la CSJ conoció de la petición de indulto el 14 de octubre de 2011, casi un año y dos meses después.

A criterio del juzgador, esta lucha para lograr la liberación de William fue presentada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) donde se presentó una demanda en contra del Estado salvadoreño, por no resolver sobre las peticiones del reo, pese a las condiciones de salud. Incluso, fue mucho antes que las autoridades en el país, que la CIDH otorgó Medidas Cautelares para el reo en el mes de octubre del año pasado y la CSJ resolvió en diciembre.

Para el defensor, deberían existir otros mecanismos legales para resolver este tipo de casos, es decir, de reos que sufren enfermedades crónicas o terminales.

Muchos de los reos, incluso, tienen problemas para sus traslados desde los penales hasta los centros médicos, donde reciben sus tratamientos.

Los datos de la dirección de Centros Penales indican que las enfermedades más comunes al interior de los recintos es cáncer, insuficiencia renal, tuberculosis, VIH Sida y un caso de “síndrome de devic”, el de Pérez Jerez.

Los datos del sistema indican que los centros penales con mayores casos de enfermedades son el Centro la Esperanza o Mariona, Cárcel de Mujeres y el penal de San Vicente.

Para el abogado, el sistema debería de crear un Consejo de Salud Penitenciario, que se encargue de ver este tipo de casos. Primero, que el Consejo evaluaría la situación de los enfermos; segundo, presentar propuestas a la Asamblea Legislativa de la opción de indultos colectivos y, tercero, que presente documentado cada caso, los más críticos a los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria.
Este Consejo podría estar integrado por criminólogos, Medicina Legal, Ministerio de Salud, Sociedad Civil, internos y la misma CSJ.

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