Diario Co Latino 133 años informándote con credibilidad
Artículos relacionados
@DiarioCoLatino
El centenario del natalicio de Monseñor Romero es motivo de alegría y júbilo, a lo cual, la congregación de las carmelitas misioneras de Santa Teresa, del Hospitalito de la Divina Providencia, se unen.
Una de las primeras actividades fue la misa celebrada en la capilla del Hospitalito de la Divina Providencia, el acto religioso tenía como objetivo conmemorar el centenario del natalicio de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, nombrado Beato por la Iglesia Católica.
Los feligreses católicos abarrotaron la capilla del hospitalito, con mucho fervor llegaron a recordar la vida y obra del Beato, que se caracterizó por mantener una lucha en defensa de los menos favorecidos.
Durante la ceremonia religiosa, la feligresía entonó cantos inspirados en la vida y obra de Monseñor Romero. “Podrán matar al profeta, pero a su voz de justicia no, la impondrán en silencio pero la historia no callará”, decía una de las estrofas de un canto escrito en honor al Beato salvadoreño.
Las celebraciones en honor a Monseñor Romero iniciaron con el canto de las mañanitas, en la misma capilla en la que fue asesinado el Beato mientras oficiaba una misa. Sacerdotes de México, Estados Unidos y del interior del país oficiaron la eucaristía en conmemoración de los 100 años del natalicio del Beato Romero.
La hermana María Julia García, directora general del Hospitalito la Divina Providencia, explicó que para el viernes 18 de agosto, a las 3.30 de la tarde, se tendrá una eucaristía con toda la comunidad Carmelita e invitados de la congregación.
Mientras tanto, el domingo 20 de agosto, a partir de las 7:00 a.m. se ha programado la segunda carrera aeróbica donde se correrán 3, 5 y 10 kilómetros, cuya inscripción tendrá un valor de 5 dólares, y los fondos serán utilizados para ayudar a los pacientes de cáncer.
“Queremos resaltar ese momento del natalicio de Monseñor Romero, ya que el hospitalito de la Divina Providencia es la cuna de su martirio donde es asesinado y fue el lugar que él decidió para vivir”, enfatizó García.
Asimismo, dijo que como congregación Carmelitas es un regocijo que Monseñor Romero haya escogido el hospitalito de la Divina Providencia para vivir, asistirlo en su último momento de vida, y encuentra en la comunidad su casa, manteniéndose cerca de los pacientes y conviviendo fraternalmente con las hermanas.
Monseñor Romero ha cristalizado en la memoria popular y eclesial y hasta en la opinión pública de la sociedad en general como el mártir, no sólo salvadoreño, sino también el mártir latinoamericano más conocido en los últimos dos siglos, el más querido por los pobres y limpios de corazón.
El Hospital la Divina Providencia se ha dedicado a cuidar a un segmento de la población más pobre de El Salvador y otros países de Centroamérica, cuenta con 50 años de existencia, sosteniéndose con la ayuda de voluntarios y bondadosos que se identifican con esta misión.
Actualmente cuenta con la capacidad para albergar a 128 pacientes.
