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@AlmaCoLatino
En la época en que Jesús vivió, cialis sale se acostumbraba recibir a los reyes y soberanos con palmas y ramos para demostrar el aprecio del pueblo por ellos, decease así, sales cuando Jesús entró a Jerusalén durante el camino la gente tiraba al suelo sus mantos y ramas de algunos árboles.
En la actualidad, los fieles católicos recuerdan la entrada triunfal de Jesús, con ramos elaborados de palmas y aromatizados con flores de coyol.
Previo a la celebración, muchas mujeres y hombres del oriente del país llegan a la capital con el objetivo de traer la materia prima para la elaboración de los ramos o para comercializarlos en los atrios de las principales iglesias.
Felicita Martínez, feligrés de la iglesia El Calvario, aseguró que los ramos no es simplemente una tradición, sino es parte de la fe católica, por ello año con año asiste a esta procesión que es el inicio de la Semana Santa.
La iglesia El Calvario, en el centro capitalino es una de las más visitadas por los feligreses durante la Semana Santa y este Domingo de Ramos fue abarrotada por muchas personas quienes con sus palmas en mano recordaron el pasaje bíblico donde las multitudes que iban delante y detrás de Jesús, gritaban, diciendo ¡Hosanna al Hijo de David, Bendito el que viene en nombra del Señor !¡Hosanna en las alturas!
El sacerdote Ramón Parras, de la iglesia El Calvario, destacó durante la celebración que con el Domingo de Ramos inicia la Semana Santa, donde se recuerda como Jesús se hizo semejante al hombre, tomó como propia la historia del pueblo y se convirtió en un mártir que entregó la vida en la cruz.
“Vamos a celebrar el misterio pascual de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús, conmemoramos el acontecimiento más grande de la historia, que Cristo murió, pero que al tercer día resucitó. Hoy en día cuántos hombres y mujeres siguen siendo crucificados por las injusticias, por la exclusión, por la falta de oportunidades, porque no tienen voz”, enfatizó Parras.
Asimismo, hizo un llamado a la feligresía para que esta Semana Santa se viva de la forma correcta, teniendo un acercamiento con Dios, pero sobre todo pidiendo perdón a quienes se haya ofendido, ya que es el primer paso para tener una verdadera conversión con quien entregó la vida en la Cruz por la salvación del mundo.
El Domingo de Ramos une el triunfo de Cristo quien es aclamado por la multitud como el Mesías, con la proclamación de la Pasión de Jesús en la narración litúrgica durante la misa, razón por la cual el color litúrgico de ese día es rojo.
Al finalizar la misa, los feligreses se llevan los ramo y palmas ya bendecidas, para colocarlas en algún lugar de su hogar; las que se quedan en el templo y otras que son donadas por las personas se queman y las cenizas de éstas se utilizarán el miércoles de ceniza del próximo año.
