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Oscar López
@OscarCoLatino
El criminólogo Ricardo Sosa, comentó que los casos de personas desaparecidas o privadas de libertad, tienen como principales actores al crimen organizado y las pandillas, asimismo, indicó que los hombres jóvenes son más vulnerables a ser víctima de este tipo de delito.
“Es un fenómeno criminal que afecta a los hombres, son los hombres entre un 85 % a un 92 % de los casos los que están desapareciendo o que son privados de libertad. Los adultos jóvenes es el segmento más atacado”, aseguró Sosa.
Se estima que las desapariciones y privaciones de libertad suceden, su mayoría, en las áreas urbanas del país, por lo que los departamentos de San Salvador y La Libertad son los que reportan mayor número de denuncias por este tipo de delitos.
El criminólogo indicó que el Estado salvadoreño, mediante el apoyo de la comunidad internacional, está adquiriendo el soporte técnico e insumos para erradicar tanto las desapariciones de personas como los casos de privados de libertad.
Asimismo, es importante analizar otras causas de los casos de personas desaparecidas y de privadas de libertad, entre estos se pueden tomar en cuenta la trata de personas, y tráfico de personas por crimen organizado transnacional.
Sosa explicó que dentro del grupo de personas desaparecidas, existe un porcentaje de las mismas que aparece, por lo que también se deben analizar otras situaciones, entre ellas: violencia intrafamiliar, abuso sexual, diferencias entre padres e hijos (en su mayoría adolescentes), ya que estas circunstancias pueden generar que una persona deje a su grupo familiar sin avisar de su paradero.
El criminólogo consideró que si una persona no aparece entre los tres y cinco días, las probabilidades de que fuese asesinado incrementan. “Se puede establecer que si no aparece entre tres y cinco días, funcionalmente puede estar enterrada en cualquiera de los 20 mil 742 kilómetros cuadrados de El Salvador”.
De igual forma Sosa, externó que es necesario reformar algunas leyes, esto con el objetivo de garantizar el cumplimiento de los Derechos Humanos de las familias de las víctimas.
“El drama humano de los desaparecidos afecta económicamente, culturalmente y socialmente, hay que buscar reformas no solo para personas naturales, sino también para los agentes de autoridad, con el objetivo de revisar los plazos para que las personas puedan cerrar el ciclo del duelo y tener la posibilidad del resarcimiento de los daños al que tienen derecho”, concluyó.
