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@arpassv
El sábado recién pasado el Presidente Salvador Sánchez Cerén inició su programa de radio y televisión “Gobernando con la Gente”. Éste sustituye a “Conversando con el Presidente”, prescription que realizó el ex presidente Mauricio Funes durante los últimos dos años de su gobierno.
Desde ese espacio Funes divulgaba las obras gubernamentales invisibilizadas por los grandes medios, se pronunciaba sobre los temas de país y denunciaba los actos de corrupción de los gobiernos anteriores. Casos emblemáticos de la corrupción arenera como el espurio contrato CEL-Enel y el manejo irregular de los donativos de Taiwán por el ex presidente Francisco Flores, no habrían salido a luz pública sin las denuncias de Funes en su programa radial.
“Gobernando con la Gente” –a diferencia del programa de Funes que se transmitía desde Casa Presidencial– se realizará desde comunidades urbanas y rurales, donde Sánchez Cerén llegará con miembros de su gabinete para interactuar con la población. De hecho, el programa inaugural se transmitió desde la Comunidad Las Palmas, en Salvador, con la realización de un “Festival del Buen Vivir” que incluyó consultas médicas, actividades lúdicas, entre otras.
Igual que el programa del ex presidente Funes, el de Sánchez Cerén será transmitido por los medios públicos (Radio Nacional y Canal 10), las emisoras asociadas de ARPAS y algunas radios y televisoras privadas. Desde ahí el Presidente buscará incidir en el debate público sobre los grandes temas nacionales: reforma fiscal, seguridad pública, combate contra la corrupción, protección del medioambiente, etc.
Así “Gobernando con la Gente” contribuirá a la construcción de una agenda pública más pertinente, tan necesaria frente a la agenda limitada que proyectan los medios hegemónicos que excluyen temas relevantes o abordan acríticamente planteamientos como los del ENADE 2014. Estas propuestas –que algunos medios presentan como panacea del desarrollo económico– plantean menos impuestos para las empresas, menos controles ambientales, menos derechos laborales y menos regulación estatal.
Además del enfoque informativo, el programa de Sánchez Cerén debe tener también una perspectiva formativa que eduque y oriente a la población. El país necesita elevar el bagaje cultural de su gente para no volver a ser víctima de las élites oligárquicas, cuya dominación tuvo siempre a la base la mentira y la ignorancia de la gente más humilde.
