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Francisco Flores en el Olimpo

Daniela Villata

Cuando Francisco Flores se presentó ante la Comisión Especial de la Asamblea Legislativa, physician que investiga el destino de los fondos provenientes de la Cooperación de China-Taiwán, nurse parecía que no tenía escapatoria.

Sus argumentaciones, viagra sale no solo no convencieron al pueblo, al contrario, ofendían el sentido común de los salvadoreños. En la memoria de la población se encuentran grabadas aquellas frases: “Ese dinero está en manos de los destinatarios” “No tengo idea diputado” “les di cifras generales” “No puedo precisarle quien nos entregó los fondos” “No recuerdo si le entregué un cheque o como fue el apoyo” “El principal aporte para esa campaña (política) vino del Gobierno de El Salvador” “Yo no recuerdo el monto de la cooperación Taiwanesa para El Salvador (….) la cooperación para el Gobierno fue una cooperación muy nutrida, muy ágil, que no creo que se limite a los 10 millones esos que dicen”.

En un hecho sin precedentes y digno de un programa de “Aunque usted no lo crea”, el pasado viernes 5 de septiembre, Francisco Flores se presentó al Juzgado Primero de Instrucción de San Salvador. Tal situación sucede después de que la Fiscalía acusó al Ex presidente de tres delitos: enriquecimiento ilícito, peculado y desobediencia. Por consiguiente, se había generado una orden de captura en su contra, la cual fue evadida por Flores durante aproximadamente cuatro meses.

Seguramente, se preguntarán las razones del título del artículo en cuestión, duda que se disipa al recordar las características del Olimpo o “Reino de Zeus”. Según la Mitología Griega, el Olimpo era el hogar de los dioses olímpicos, los cuales eran presididos por Zeus. Recordemos que Zeus era considerado el padre de los dioses y por lo tanto era quien dirigía y controlaba la dinámica del reino.

Con similar postura, Francisco Flores ha reinado en nuestro país, ha hecho de El Salvador su Olimpo. Le obedecen sus dioses menores: el Fiscal General de la República y el Juez del caso.

Siendo Presidente de la República, Francisco Flores, se burló del trabajo y las necesidades de la población, prevaleció su deseo de enriquecerse, a costa de lo que fuera. No importaba si desviaba dinero o simplemente lo desaparecía, su poder fue utilizado para satisfacer sus deseos personales en lugar de subsanar las grandes necesidades que experimentaba el país. Nada le importaba la pobreza, la falta de educación, el acceso al agua, en sí el sufrimiento de miles de salvadoreños. Mucho menos le importaba “El Nacionalismo” o la “Patria” porque fue capaz de liderar todo un proceso que finalizó con la eliminación de la Moneda Nacional, en términos económicos, dejó sin Política Monetaria al Gobierno de la República.

Además, se presentó a los juzgados con la prepotencia que le caracteriza, reflejando “tranquilidad y serenidad”, en el fondo, tenía la certeza de que no iría a parar a las bartolinas donde, efectivamente, llegan los ciudadanos comunes. Flores afirmó que había llegado caminando a los Juzgados, insinuando que los dispositivos de seguridad eran deficientes al no haberlo detectado, desde su lógica, el problema no es que él anduvo huyendo sino que la Policía no lo había detectado mientras él caminaba citadinamente por las calles de San Salvador. Si conocía de la orden de captura ¿Por qué esperó cuatro meses para “presentarse voluntariamente”? ¿Por qué espero cuatro meses para defender y demostrar su “inocencia”? ¿Qué esperó el Ex presidente para presentarse ante los Juzgados”?

Seguramente, las respuestas a las interrogantes se encuentran en la decisión del Juez Orellana, quien favoreció a Flores otorgándole arresto domiciliar. En las bartolinas y Centros Penitenciarios, miles de personas cumplen condenas ejemplares por haberse robado un celular, una gallina, una joya. Pero el dios superior del Olimpo, Francisco Flores, se encuentra gozando en su casa, brindando entrevistas a cadenas internacionales, recibiendo visitas y dicho sea de paso gozando de seguridad personal que debe brindarle la Policía Nacional Civil, todo gracias a su red de súbditos, que más que responder a criterios de justicia responden a intereses particulares de clases dominantes.

Hoy más que nunca es vital que la Sociedad Civil se manifieste; obreros, empleados, el sector académico, activistas sociales, movimientos de mujeres, todos debemos unirnos para impedir que continúen los abusos de poder y la perpetuidad de la impunidad. La Corrupción y la burla política hacia la población deben ser desplazadas definitivamente.

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