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@BeatrizCoLatino
El obispo Martín Barahona y Gene Robinson, sale de la Iglesia Episcopal, seek se pronunciaron ayer a favor de que los niños y niñas migrantes sean declarados por los Estados Unidos como refugiados.
De acuerdo a la información que manejan las autoridades salvadoreñas son 300 niños y niñas retenidos en los albergues para indocumentados de los Estados Unidos.
Gene Robinson, shop quien llegó de los Estados Unidos para realizar una agenda en pro de los derechos humanos, dijo que la Iglesia Episcopal tiene una preocupación seria por los niños y niñas que cruzaron solos la fronteras para llegar a los Estados Unidos y el trato que están recibiendo.
“Mí solidaridad con los padres y madres de familia que se arriesgan a mandar a sus hijos solos, o que se ven forzados a causa de la violencia que viven en sus países, para atravesar la fronteras”, dijo el obispo de los Estados Unidos.
Explicó que “el trabajo que esta haciendo la iglesia episcopal es hacer presión para que los niñas y niños puedan recibir el trato o condición de refugiados como cualquier otro refugiado del mundo y así puedan gozar de los derechos y un estatus especifico”.
Es un gran trabajo el que se debe de hacer y la iglesia ya lo “esta haciendo”, recalcó Robinson.
El gobierno pidió una revisión caso por caso, sobre todo para los albergados en Nogales y Arizona, pero no se tiene nada concreto del gobierno estadounidense.
Mientras que Martín Barahona dijo que como iglesia está en contacto con más de 40 organizaciones en los Estados Unidos para verificar las condiciones de los niños y las niñas.
El obispo salvadoreño también dice que la apuesta debe y la que deben de empujar los países de origen de los niños es que se declaren “refugiados guerra”, porque el estatuto no reconoce un “refugiado por violencia”.
Tanto los presidentes de Guatemala como El Salvador se han reunido con personalidades de los Estados Unidos, pero hasta hoy no existe una salida al fenómeno.
La iglesia Episcopal se mostró en contra de las deportaciones de estos niños que ya están en suelo norteamericano. “Hay un trabajo muy fuerte para evitar las deportaciones”, agregó.
El obispo salvadoreño también hizo un llamado a las familias, que a pesar de la situación difícil económica y de seguridad que vive el país, no manden a sus hijos solos hasta ese país.
“Es un riesgo muy grande, es complicado. Los niños no decidieron irse solos, fueron los padres los que apoyaron. Comprendemos la situación, pero es un riesgo grande”, explicó.
Ambos obispos iniciaron ayer una serie de jornadas para promover los derechos humanos de los salvadoreños, sobre todo de la comunidad de la Diversidad Sexual.
El obispo Robinson es un fiel defensor de los derechos de la comunidad de Lesbianas, Gay, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (LGBTI).
La iglesia y la Fundación Cristosal, tienen previsto visitar comunidades, conversación con líderes y montar eventos culturales con la comunidad de la Diversidad Sexual.
Robinson criticó que alrededor del mundo las personas de esta comunidad siguen siendo marginalizadas y excluidas de la sociedad “cuando el amor de Dios es para todas y todos”.
La iglesia Episcopal es la primera que atiende a esta comunidad, incluso tienen una unidad de inclusión.
