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«EN SANTIAGO DE MARÍA ME TOPÉ CON LA MISERIA»

Dos años de la Vida de Mons. Romero (1975-1976)
¿Años del Cambio?

MEDIOS (CONTENIDO DEL CUARTO NIVEL):

Este es un curso que queda SIEMPRE ABIERTO y se realiza en cursos breves (de una semana) y monográficos que respondan a las necesidades concretas sentidas por los equipos parroquiales de catequistas o delegados de la Palabra. El contenido puede ser muy variado: aspectos teológicos, sociológicos, comunitarios… Es la respuesta concreta de la fe a los problemas del hombre de hoy. Es la diaconía, en el sentido amplio de la palabra, en acción. Es la presencia de la Iglesia como testimonio en el mundo de hoy. Es la capacitación constante de nuestros catequistas para el cumplimiento de su misión profética y kerigmática. Es una profundización de la preparación básica de los tres niveles y una evaluación del trabajo en comunidad. Es nuestro Afán Constante de Búsqueda.

METAS:

Esperamos que esta preparación ha de dar a la Iglesia y a la Patria hombres debidamente preparados, para que tomando las inquietudes y las ansias de cambio que laten en nuestra sociedad, e iluminándolas con la Fe, puedan contribuir a la realización de un mundo de acuerdo con el designio del Señor y que pueda, en verdad, decirse Reino de justicia, de amor y de paz.

MÉTODO:

Siguiendo las orientaciones que nos da la Reunión Latinoamericana de Pastoral de Conjunto habida en Río de Janeiro 14-29 de marzo de 1971, adoptamos el método dinámico apoyado en la dinámica de grupo y en la revisión y evaluación constantes de la acción pastoral. En la misma reunión se nos dice, Nº 36: una acción pastoral planificada exige:

a) Estudio de la realidad del ambiente con la colaboración técnica de organismos y personas especializadas;

b) Reflexión teológica sobre la realidad detectada;

c) Censo y ordenamiento de los elementos humanos disponibles y de los materiales de trabajo; el personal especializado se preparará en los diversos institutos nacionales o latinoamericanos;

ch) Determinación de las prioridades de acción;

d) Elaboración del plan pastoral. Se deben seguir para esto los principios técnicos y serios de una auténtica planificación, dentro de una integración en planes de nivel superior;

e) Evaluación periódica de las realizaciones.

NOTA: Un ligero análisis comparativo entre las normas y orientaciones de la Iglesia y nuestro programa nos hace ver a primera vista: ¡QUÉ LEJOS ESTAMOS DE LOS POSTULADOS DE LA IGLESIA!”.97

En las páginas siguientes se desarrolla la IIª PARTE del documento donde tratamos de nuestras ACTITUDES. La copiamos también íntegra:

“IIª PARTE: A c t i t u d e s:

FOGOSIDAD Y PROBLEMAS DEL P. DAVID: En otro estilo de pastoral, se consideró la fogosidad como virtud o mejor, como manifestación de estar compenetrado de lo que se decía. ¿Ya no vale este criterio?

En cuanto a los problemas negativos preguntamos: ¿ya cambiaron su papel el “poder de las tinieblas y la luz”?. Que no sea aceptado en ciertos ambientes, ya nos lo previene el Evangelio: “Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos” (Mt 10,16).

PREOCUPACIÓN POR NUESTRA SEGURIDAD: Al referirnos a esta su preocupación (y del P. Provincial) por nuestra seguridad es de agradecer; pero solamente como precaución no como insinuación y menos como imposición autoritaria de algo que pueda ser en detrimento de la fidelidad al mensaje, o del elemental derecho de libre opción. “Juzgad si es justo delante de Dios obedeceros a vosotros más que a Dios”, (Hech 4,19).

Hay algo que resulta difícil de compaginar; y es esa su preocupación por nuestra seguridad y su silencio respetuoso a las denuncias que sabe se archivan en nuestra contra. Y otra cosa: ¿conoce Ud. en concreto esas acusaciones? ¿Qué crédito da Ud. a las mismas? ¿Ha tratado de averiguar qué base de verdad tienen? ¿O permite que se juzgue y Ud. mismo juzga por las apariencias? “No juzgará por las apariencias, ni sentenciará de oídas” (Is 11,3).

Si la “mística del momento y la seguridad de seguir el camino que marca la conciencia” nos lleva a ser calumniados y perseguidos, habrá que recordar aquello de: “Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros” (Mt 5,11-12).

No vemos por ninguna parte una razón o criterio evangélico; solo prudencia humana; (¿O decimos, mejor, miedo, cobardía, o, tal vez, compromiso ante los poderosos? “que pueden matar el cuerpo…” (Mt 10,28).

Algo que no entendemos es el conflicto entre la “actitud de conciencia” y la “Iglesia institucional”. Aún suponiendo error, cabría repasar lo que dice la Moral, (la que Ud. y nosotros estudiamos en el seminario), sobre la Conciencia Práctica. Pero lo curioso es que no se imputa error. Lo curioso es que toda nuestra línea pastoral se inspira en el Vaticano II, Medellín, Sínodos, Comisión de Pastoral de Conjunto del CELAM, Carta del Papa al cardenal Roy, etc. ¿A cuál “Iglesia institucional” se refiere, Monseñor?

En cuanto al centro y la congregación, si no se han de salvar como testimonio de lo que debe ser una institución con criterios auténticamente cristianos, es mejor que desaparezcan. Su única razón de ser es anunciar el Mensaje y ser testigos de que ese Mensaje es posible.

PARTICIPACIÓN DE LOS PÁRROCOS: Ud. mismo dice que es la parroquia de Tecoluca,98 la que más se beneficia del centro, ¿no será que son los sacerdotes de esa parroquia los que más interés tienen en aprovechar la ayuda del centro? Si así es, lógicamente ellos deben tener una mayor participación. ¿Qué podrá aportar un sacerdote a una línea de pastoral que para empezar considera peligrosa?”.99

En la PARTE IIIª, hablamos de nuestros compromisos y opciones. Todos ellos los creemos muy importantes en nuestra vida personal y trabajo misionero:

“IIIª PARTE: Compromiso y Opciones

No podemos olvidar que el centro en sus cuatro años de existencia ha adquirido unos compromisos a los que no puede fallar:

1º.-Compromiso de coordinación con los otros centros.

2º.-Compromisos con las parroquias beneficiarias.

3º.-Compromiso con la parroquia de Jiquilisco.

COMPROMISO DE COORDINACIÓN: Como se ve en los datos históricos del origen del centro, este nació a la par y con la dinámica de la coordinación de centros del país: todos juntos hemos ido dando forma a una línea de pastoral que nos es común. Juntos hemos elaborado programas. Juntos hemos trabajado en la confección de textos. Juntos hemos madurado, a la luz de las enseñanzas de la Iglesia y sobre la base del conocimiento del ambiente, la línea a seguir. Juntos hemos definido el campo de acción y programado de acuerdo con la Conferencia Episcopal, los distintos niveles con servicio de reciprocidad entre las diversas diócesis.

No podemos ahora, sin faltar a este compromiso de solidaridad, cambiar nuestro modo de ser ni aislarnos con criterios pueblerinos en circunscripciones geográficas que multiplicarían inútilmente nuestros esfuerzos.


97. A.C.P.: Documento Base para…, págs. 6-8.

98. La parroquia de Tecoluca es de la diócesis de S. Vicente; es vecina de la parroquia de Jiquilisco; era la parroquia del P. David Rodríguez que a su vez era miembro del equipo y profesor del centro “Los Naranjos”.

99. Documento Base para…, pág. 8-9.

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