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EL SEPULTURERO DE ARENA

Guido Castro Duarte

*Guido CastroHace algunos meses afirmé que Cristiani se había convertido en el sepulturero de ARENA por la manera en que había conducido a dicho partido en esta etapa como partido de oposición, online pero no contaba con que otro ex presidente arenero, tadalafil Francisco Flores, le daría el golpe de gracia y la sepultaría definitivamente, aunque actualmente los medios de comunicación que defienden el status quo, tratan que sus revelaciones se pierdan en la amnesia histórica de la que padece nuestro pueblo.

Sus declaraciones, no solo relevaron la posible comisión de una serie de delitos que tendrán que ser analizados por el Fiscal General de la República, si no que mostraron a la faz de la nación, de manera cínica, la forma ilegal y arbitraria con la que los gobiernos areneros manejaron la cosa pública.

Recibir fondos de un gobierno extranjero de manera personal sin que ingresen al erario público, disponer arbitrariamente de dichos fondos, repartir una parte de ellos en “saquitos” y dar un destino incierto al resto, valerse del dolor ajeno para solicitar fondos que desaparecen en la red financiera internacional, son solo una muestra de las distintas formas de arbitrariedad practicada por ARENA.

A finales del gobierno del Ingeniero Duarte, los areneros levantaron una tormenta política a raíz de un cheque recibido por dicho mandatario, a título personal, y que se destinó para comprar láminas para los damnificados del terremoto de 1986 sin pasar por el filtro de Hacienda, al cual le llamaron “el cheque de la vergüenza”, en momentos en que Napoleón Duarte luchaba contra un cáncer terminal.

Ahora les llegó su turno, no por cheques de unos cuantos miles de dólares, sino por más de una decena de millones de dólares, con los que no se compraron precisamente materiales de construcción para los damnificados de los terremotos del 2001.

Pero eso pareciera que es solo la punta del iceberg en que ha chocado el Titanic de la derecha salvadoreña. Sería interesante conocer también las historias oscuras del manejo de la partida secreta, de las privatizaciones, de la evolución del narcotráfico, de los asesinatos políticos de la post guerra, de la formación de las nuevas fortunas, de los privilegiados de los contratos de servicios y abastecimiento a favor del Estado, de las plazas fantasmas, de los traspasos de bienes del Estado a favor de familiares de los gobernantes o sus “fundaciones”, en fin, la forma en ARENA le ha visto la cara al pueblo.

ARENA terminó su ciclo histórico y morirá por el cáncer de la corrupción que generaron sus propios gobernantes y por el pacto con el diablo que hicieron con la oligarquía criolla.  El fundador de ARENA siempre sostuvo que las autoridades del partido nunca debían ser funcionarios de gobierno, pero desde su muerte, cada presidente conformó el COENA a su conveniencia, con sus principales funcionarios de gobierno, o lo que es peor, con los propios empresarios que financiaban al partido, transformando a su partido en ARENA, S.A. DE C.V.

Fueron gobiernos que destruyeron la agricultura para aumentar el número de emigrantes que abasteciera de dólares la economía de especulación que fueron desarrollando, a pesar que la mayoría de sus fundadores eran agricultores y ganaderos. Permitieron el desarrollo del narcotráfico y el crimen organizado, para favorecer el surgimiento de cientos de empresas de seguridad privada que actualmente superan más de cuatro veces el número de efectivos de la Policía Nacional Civil, haciendo de la delincuencia una nueva fuente de enriquecimiento. Permitieron que sus privilegiados manipularan y se lucraran de los fondos previsionales del pueblo, luego de haber quebrado al INPEP, al IPSFA y al Seguro Social. Formaron a la nueva oligarquía a través de los procesos de privatizaciones y destruyeron la reserva ecológica de la Finca El Espino para levantar los nuevos templos dedicados al dios dinero.

Todo se ha pretendido esconder bajo los maquillajes preparados por sus mejores publicistas, quienes han hecho creer que muchos delincuentes son respetables “empresarios” y que la explotación de los más pobres es el nuevo nombre del desarrollo.

ARENA pasará a la historia como el partido oficial de más larga data y como la más perfecta maquinaria maquiavélica y pragmática jamás creada.

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