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El Diario de Hoy y los cambios sociales

Salvador Ventura

Los enemigos irreconciliables a través de los años de los propietarios de El Diario de Hoy, pharmacy han sido los sindicalistas, los campesinos asociados en cooperativas, los militantes de partidos de izquierda y todas aquellas personas con posiciones progresistas o que alientan reivindicaciones a favor de sus instituciones o agremiados.

Sin embargo, cuando se trata de sumar alegatos, reclamos o posiciones contra el gobierno o un partido político como el FMLN, no vacilan en apoyar o darle espacio en sus páginas a los trabajadores, asociaciones gremiales, sindicales o campesinas. La política editorial entonces es “todos contra el gobierno, nadie a favor de él”.

Lo hemos visto cuando da cabida a las declaraciones de miembros de un sindicato de la alcaldía metropolitana cuando acusan al gobierno de “acoso” contra la municipalidad o de intentar “suspenderles el servicio del agua”, sin reparar de forma adrede en la millonaria deuda que tienen con la ANDA.

En su nota editorial del miércoles 27 de agosto del año en curso, cita a Ricardo Soriano “quien con más de 35 años de trayectoria sindical, sabe lo que dice al advertir que, si el gobierno sigue disponiendo de los ahorros de pensiones de los trabajadores, llegará el día en que los jubilados sólo recibirán vales o quedans, en pago”.

De la noche a la mañana se vuelve “socio” y “amigo” de los sindicalistas y trabajadores, quienes a lo largo de los años (pueden revisar las páginas de este diario de hace nueve, quince o veinte años atrás) han sido enemigos irreconciliables y acusados de comunistas y de atentar contra el Estado de Derecho y la democracia en noticias y comentarios de este medio.

Por esas posiciones contradictorias, por distorsionar las noticias o defender “causas” a favor de los grandes empresarios, de la oligarquía, y en contra de la clase trabajadora y de sus justas reivindicaciones, El Diario de Hoy ha ido perdiendo credibilidad y ganándose el calificativo de mala reputación.

La mala reputación se gana también por deformar la realidad y por utilizar su enorme poder “con el fin egoísta” y no con miras al interés general de la nación, como por ejemplo defender a los dirigentes y empresarios de Arena que dieron su aval para la venta de activos de la CEL a la empresa italiana ENEL Green Power.

Al estar sometido o responder a los grandes intereses económicos, muy poco o nada puede hacer para publicar en sus páginas reclamos de las personas sobre el acaparamiento o especulación de los granos básicos o en relación a la adulteración de la leche y sus derivas por empresas productoras de lácteos.

El Diario de Hoy, en cambio, por muchos años defendió “el derecho de los niños y los jóvenes menores de 18 años” a ejercer trabajos en las empresas, sencillamente porque los propietarios de este medio de difusión los empleaban en sus oficinas donde ejercían distintas funciones y eran explotados con miserables salarios.

Es decir, desde entonces, más de 30 años, El Diario de Hoy se ha opuesto por medio de sus informaciones y comentarios a los cambios sociales o simples reformas cosméticas a las estructuras económicas, como ocurrió con los distintos proyectos de Reforma Agraria o modificaciones al Código de Trabajo y al aumento del salario mínimo a los trabajadores.

Las críticas contra el actual gobierno “con sus maniobras para quedarse con dinero ajeno”, jamás las hizo contra los cuatro gobiernos de Arena, responsables de la privatización de las pensiones, de la distribución de la energía eléctrica, de las telecomunicaciones, el sistema financiero y la dolarización de la economía.

Por eso y más, este medio de difusión atenta contra la moralidad del público, además de ser superficial en el tratamiento de las informaciones no sólo por distorsionar los hechos, sino por no proceder de manera imparcial al dar el mismo tratamiento a tirios como troyanos, es decir a “enemigos o adversarios irreconciliables”.

En las noticias y editoriales permanentemente se ataca las obras realizadas por el Ministerio de Obras Públicas, pero jamás hemos visto una entrevista o una aclaración con el titular del ramo Gerson Martínez, uno de los funcionarios más abiertos a la crítica del primero y el segundo gobierno del FMLN.

El Diario de Hoy no es consecuente con su misma línea editorial, no es “hospitalario” para dar cabida al pensamiento de los funcionarios o dirigentes del FMLN, para hablar de ética y responsabilidad, ante todo debe responder a la nobleza y a la realidad de los hechos, tal como son y no como parecen.

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