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Rolando Alvarenga
@Bachiboxx55
Fabrizzio Hernández, vicepresidente del COES, reveló recientemente que depurarán el numeroso contingente salvadoreño (aproximadamente 500 personas) que viajará a los Juegos Centroamericanos Managua 2017, un golpe de timón que tiene como objetivo garantizar la calidad y no la cantidad de la delegación cuscatleca en suelo pinolero.
Y aunque Fabrizzio sostiene que “esta medida sí tiene precedentes”, no recuerdo haber publicado alguna nota sobre este tipo de recortes “saludables”. Y si lo hicieron anteriormente, ha de haber quedado entre familia, pero me parece raro que el sabueso del bachi no se haya dado cuenta sobre algo que siempre ha combatido: el turismo deportivo en general. Pero bueno, nunca es tarde y hoy es un buen momento para que el COES actúe y baje de la flota a tantos colados que no tiene mayor cosa que hacer.
Y con mucha más razón porque Hernández dijo que depurar o “evaluar técnicamente” la delegación no solo es una facultad del COES, sino que una obligación.
En lo personal, esta medida me parece acertada y saludable, ya que durante el año no se ha dado el apoyo económico integral a la mayoría de federaciones involucradas en este éxodo rumbo a Managua. Los estímulos económicos, recursos para bases de entrenamiento y participaciones en competencias internacionales no estuvieron a la orden del día.
Otro factor por el cual estoy de acuerdo con la depuración olímpica es: La Austeridad. Es que ¿para qué ir a Managua con un gran contingente, si de acuerdo a las proyecciones no hay posibilidades de subir del tercer lugar general?
Según mis cuentas, el contingente no debe pasar de 250 persona a lo mucho. Por ello, a la hora de empezar la evaluación técnica y tener que tachar nombres, al staff técnico del COES no le debe temblar el pulso y debe evitar ser invadido por sentimientos de lástima hacia los atletas.
