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Alrededor de la lluvia: imágenes pasadas y presentes en América

Ramón D. Rivas*

Hoy termina en el Museo Nacional de Antropología “Dr. David J. Guzmán”, search el Coloquio denominado Alrededor de la lluvia: imágenes pasadas y presentes en América, capsule importante evento científico que ha tenido ocupado a antropólogos y arqueólogos de México, Guatemala y nuestro país. Se trata de un cónclave pero a la vez abierto para los interesados en donde se ha  reflexionado sobre la influencia que ha tenido el agua en la cultura a través de las diversas épocas históricas que hemos vivido en esta región del mundo. Entre los expositores mexicanos que aceptaron nuestra invitación para compartir sus conocimientos sobre este importante tema se encuentran la doctora María Elena Ruiz Gallut, Daniel Flores, María Isabel Mercado Archilla, Ofelia Márquez Huitzil, Alfonso Vite, Jesús Torres Peralta, Alberto Diez Barrozo, Georgina Bribiesca Nieto, Francisco Rivas Castro, Laura Adriana Castañeda, Jennie Arllette Quintero, Daniel Peña Salinas, Rocío Gress, Marie-Areti Hers y Félix Alejandro Lerma, todos ellos de la Universidad Nacional Autónoma de México. Pero también esta Tomás Barrientos, de Guatemala; y a todos los amigos y colegas de El Salvador, entre ellos Paul Amaroly, Federico Paredes, Marlon Escamilla, Herbert Erquicia y muchos más de ellos investigadores de la Universidad Tecnológica de El Salvador. No cabe duda que este coloquio, definido es una reunión de científicos en la que se expone y se discute acerca de un tema que sin lugar a dudas servirá de mucho a la antropología cultural, porque el fruto que se obtenga de los cuatro días de debate, servirá para refrescar los conocimientos que se tienen sobre la naturaleza de los preceptos, actividades y funciones de las entidades sagradas de  naturaleza acuática, sus rasgos compartidos y su trascendencia tanto en tiempos pasados como actuales. Es decir, tenemos la necesidad de conocer más sobre el papel que jugó y juega el culto al agua y los dioses creados por el hombre para representar a este elemento de la naturaleza. Y es que el elemento agua ha sido tratado por los seres humanos de las diferentes épocas de nuestra historia como un objeto de culto, de poder, de sobrevivencia y hasta de desarrollo económico y social. ¿Por qué? ¿Cuál ha sido la influencia cultural del agua en la sociedad humana? ¿Por qué ha sido objeto de culto? ¿Por qué los griegos crearon un dios para las aguas? ¿Qué diferencia había entre el dios Tláloc de los Mayas y  la serpiente de la lluvia de los aztecas? Las respuestas las tendremos en este coloquio, pero sin temor a equivocarme puedo asegurar que cada contestación tendrá un factor común: LA CULTURA. Y  cultura, entendida como “ese todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, la costumbre y cualquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad”. Por ello, cuando estos científicos se reúnen  en un lugar como este, para analizar académicamente el papel que juegan el culto al agua y las deidades de la lluvia en el contexto de las construcciones intelectuales de sociedades, debemos tomar muy en cuenta los aspectos culturales de nuestros pueblos, tanto de épocas muy remotas como modernos, sin olvidar que el aspecto religioso juega un factor determinante en la cultura para moldear las relaciones de poder entre los seres humanos. Como lo afirma un connotado investigador: “…la religión podría estar asociada con divisiones sociales dentro de y entre sociedades y países. El comportamiento y las creencias religiosas unen tanto como dividen. La participación en ritos comunes puede afirmar y, por tanto, mantener, la solidaridad social de los miembros de una religión. Por otro lado, las diferencias religiosas pueden estar asociadas a una amarga enemistad”. Y es que los mitos y realidades sobre el agua y sus diferentes representaciones y usos no es cuestión de culto o tradición solo en esta región del mundo. Europa primitiva tuvo también dioses y cultos al elemento agua. Civilizaciones que se desarrollaron a las orillas de los grandes ríos como la Mesopotamia cerca del Tigris y el Éufrates, la egipcia en el valle del Nilo, la India cerca del rio Ganges; y la China en torno a los ríos Huang-Ho y Yang-tsé-Kiang,  rindieron culto a las aguas y fueron reconocidas como “civilizaciones fluviales”. Entonces, ¿Cómo nuestros antepasados en América adquirieron el mito o culto por el agua sin haber sido conquistados todavía? ¿Hubo algún tipo de influencia cultural de estas tierras o pueblos? ¿Le dieron las civilizaciones del viejo mundo la misma valoración al agua como se la dieron las civilizaciones de Mesoamérica?  De ahí la importancia que tiene este coloquio. Nace de la necesidad de ampliar el conocimiento sobre el papel que jugó el culto al agua en esos tiempos, las actividades, uso, funciones y trascendencia, la cual inició durante la época prehispánica y como éste ha venido evolucionando hasta la actualidad. El abordar este tema posibilita a los antropólogos explicar patrones de conducta humana, transmisión de conocimientos, costumbres, rituales y celebraciones en torno al fenómeno pluvial. Según me fue informado por los organizadores, el enfoque multidisciplinario que se pretende dar con este coloquio,  servirá para enriquecer el debate y las vías de análisis desde campos como la historia, historia oral, antropología, iconografía, etnografía, arqueología, historia de arte y otras disciplinas afines. Y es que, muchos aspectos culturales actuales han sido determinados por el pensamiento antiguo sobre el elemento agua.  El poder que se podía adquirir cuando se tenía control de las fuentes de agua era inimaginable. La riqueza misma extraída de los océanos por los pueblos, la función de vía de comunicación en las épocas antiguas, entre otras cosas, determinaron el poder de la civilizaciones sobre otras. No cabe duda que todo ello tiene una explicación antropológica que ya conocemos y que hoy nos puede servir de referencia para explicar un poco más sobre nuestra realidad. Como lo señala la antropóloga Johanna Broda en investigaciones sobre este tema: “Los antiguos mexicanos entendían por agua principalmente el agua dulce –las aguas de lluvia, las fuentes y los ríos que fertilizaban las tierras de cultivo-, mientras que el mar simbolizaba para ellos el agua divina, límite de lo conocido y dominio misterioso de los dioses”. No dudo que los 24 temas que se han expuesto por los investigadores participantes, nos ayudarán a conocer más sobre este tema;  La Embajada de México ha jugado un papel importante en la realización de este evento pero también otras instituciones como el Instituto de Investigaciones Estéticas de México, la Universidad Tecnológica de El Salvador, y la Dirección General de Asuntos del Patrimonio Académico de México, entre otras entidades más. Estoy muy convencido que con este coloquio se coadyuva a fortalecer la investigación académica y por ende a la antropología cultural, la cual estudia a la sociedad y la cultura humana, describiendo y explicando, analizando e interpretando las similitudes y diferencias culturales de los seres humanos.

*Secretario de Cultura de la Presidencia.

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