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Sin lugar a dudas, health el crecimiento del 2.2% que el país tuvo en el año que termina, pills no es suficiente como para vanagloriarnos de los resultados económicos, pero, sí para demostrarle a los ciudadanos y ciudadanas salvadoreñas, así como a los inversionistas extranjeros, que El Salvador tiene un rumbo económico, político y social.
Y, es que además, durante el año, la derecha política, empresarial y económica no solo ha actuado para que en el país ocurriera un desastre económico, sino que además, han mentido al presentar, periódicamente, sus informes económicos.
Los tanques de pensamiento de la derecha, FUSADES y FUNDE, por citar solo dos, no solo no han reconocido acciones de cara a una recuperación económica en el país, sino que presentan datos distintos a la realidad, como por ejemplo, en el crecimiento económico.
Estos tanques de pensamiento auguraban y aseguraban que al finalizar el año, el país crecería cero, mientras que otros han dicho que terminarían en menos cero. Estas predicciones malévolas, no estaban alejadas de sus también perversos deseos.
Y los medios de comunicación de la derecha, que fueron las cajas de resonancias de ese pensamiento agorero, hoy, que tienen un dato en firme del crecimiento económico salvadoreño, sencillamente lo invisibilizan. Se propusieron a sembrar en el imaginario colectivo que el país no tenía rumbo, y que podría caer en bancarrota.
Insistimos que el crecimiento no es suficiente como para sacar al país de la pobreza estructural de la noche a la mañana, pero, sí para afirmar categóricamente que el país se encamina hacia mejores derroteros, tanto en lo económico como en lo social.
El Salvador, como lo han repetido una y otra vez, a través de funcionarios del área económica como del mismo Presidente Salvador Sánchez Cerén, sí tiene rumbo, y mejores destinos les deparan a los y las salvadoreñas.
Esto explica por qué hay un mejor clima de inversiones para futuro, y eso explica además, por qué hay más confianza en el país, pese a tener a un sector de la empresa privada más agresiva que su aparato político; un partido político opositor de ultra derecha, que se ha decidido a torpedear toda propuesta de ley o decreto en la Asamblea Legislativa que permita hacer de El Salvador un espacio con más posibilidades para todos y todas.
Los salvadoreños y salvadoreñas podremos despedir 2014 con la convicción de que con el segundo Gobierno del FMLN el país tiene rumbo, y eso nos trae también esperanza.
