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¿ZACATECOLUQUENSES O VIROLEÑOS?

Wilfredo Mármol Amaya

Psicólogo y escritor viroleño 

 

Zacatecoluca es conocida en el país con el calificativo popular de Virola, view y a las personas nacidas en la ciudad se les conoce como viroleñas. El termino viroleño, es un gentilicio que provoca honra, orgullo e identidad entra las personas Zacatecoluquenses. Claro algunas prefieren este adjetivo que el de viroleño, quizás por razones propias, lo consideran peyorativo.

El término gentilicio, se aplica al sustantivo o adjetivo que sirve para indicar de qué lugar es originaria o natural una persona: “malagueño” es el gentilicio que se usa para referirse a la persona nacida en Málaga; “viroleño” es el gentilicio empleado para nominar a la persona natal de Zacatecoluca, cabecera del Departamento de La Paz. Muchos se preguntan, con el ánimo de encontrar las raíces de su historia de dónde surge el término viroleño y viroleña, pues ha formado parte de la historia lejana y reciente. Para el caso cuando el equipo de la localidad, allá por el año de 1973 subió a la Liga mayor “A”, la prensa escrita tituló: “Platense a la liga mayor A, cumpliéndose el deseo de los viroleños”;  en años de antelación, durante la guerra de las Cien Horas con la hermana república de Honduras, en el marco de la guerra psicológica,  Zacatecoluca fue tapizada en todas sus paredes y postes con un mensaje que se leía por doquier: “Viroleños, unidos triunfaremos.”

Pero cuáles son las explicaciones del gentilicio de los nacidos en Zacatecoluca. Las versiones sobre este nombre son diversas, y las mismas están rodeadas del folclor que caracteriza a nuestro terruño.

Hay quienes sostienen que este nombre se deriva del referente que utilizaban los pobladores de ciudades aledañas para mencionar a los habitantes de Zacatecoluca, pues en la misma residía una familia de apellido Guirola, que era mencionada como virola por la población del siglo XIX, surge, pues, frente a una imposibilidad de nuestros ancestros indígenas en pronunciar correctamente el apellido de la pudiente  Familia Guirola, en su defecto lo pronunciaban  “Los virolas”, de ahí una explicación del patrio de los oriundos de Zacatecoluca.

Asimismo, versiones de los ciudadanos más antiguos de la ciudad manejan que una epidemia de viruela asoló a la ciudad y que de ahí su terminología.

Otra versión apunta a que “virola” se le denomina a la vara de castilla con la cual se fabricaban los típicos canastos de la ciudad; se confeccionaban todo tipo de artesanías con la vara de Castilla y el bambú como materias prima: cestas, canastas canastillas, tumbillas que usaban las vendedoras de pan, pero sobre todo eran famosos  unos grandes canastos que tenían el nombre de “virolas”, a lo mejor el gentilicio viroleño también tenga este origen relacionado con la evolución lingüística relacionado con este gran canasto, por algo Zacatecoluca era conocida-previo a la era del plástico- la ciudad de los canastos, incluso había un famoso  baile denominado “La fiesta del canasto” era siempre un gran acontecimiento;  si mal no recuerdo uno de las ultimas celebraciones fue por el año de 1976,  se amenizó la fiesta con la presencia de la orquesta del cantante cubano Pérez Prado,  considerado el rey del Mambo, fue un lleno impresionante que mis memorias aún conservan a plenitud, más si reflexiono el sacrificio de pagar por cada entrada a la fiesta, la onerosa cantidad de 20 colones, que para esa época significaba un dinero nada despreciable. Lo pago mi madre, por supuesto.

Otra explicación más popular que dejara comentada la señora doña  Ángela Mejía  en una entrevista que le realizara el Prof. Francisco Alfonso Mejía, sobre el  gentilicio de la sociedad viroleña, hacían referencia a que en las fiestas patronales que se celebran en el mes de diciembre, hace muchos años,  se apareció una rueda mecánica  sui generis –por cierto tuve la ocasión de conocer en mis años de infancia-denominada “La ola” y era de grandes proporciones, cuyo movimiento giratorio producía un movimiento circular uniforme que daba la sensación de estar sentado en un parque que daba vueltas. Más adelante esta dinámica rítmica arrancaría risas y gritos nerviosos, a los que subían en ella; las nanas agarraban a los cipotes y las parejas de enamorados gozaban felices de la sensación de aquella rueda. Los curiosos desde el suelo, elevaban sus miradas entreteniéndose y disfrutando con el bullicio que se armaba en la Ola. Eran incontenibles los deseos de darse cita al centro del pueblo  y disfrutar del alborozo. En esa época, era muy frecuente decir: “vamos a dar virote a la Ola”, expresando con ello inquietud de dar rienda suelta a sus emociones y alegrías. Esta expresión fue tomando una nueva dimensión lingüística entre los Zacatecoluquenses, y decían “Vamos a dar virola.” La expresión “Dar virola”, se hizo muy común, a nivel popular se quería dar a entender que “la fiesta había que disfrutarla con alegría”. A los pobladores les parecía gracioso  y significativo el término “VIROLA”, pues encontraron en dicha expresión la manera más apropiada de identificar la idiosincrasia de los oriundos de Zacatecoluca y es que este nombre encerraba una connotación peculiar: Disfrutar las alegrías que da la vida con el mejor de los ánimos.

Estos son parte de las memoras de doña  Ángela Mejía, quien hacía suponer que el término “viroleño” pudo haber surgido de una evolución lingüística de “dar virola”, los que fuimos niños en la década de 1960  aun recordamos que el término “dar virola” era algo parecido a alguien “que daba rienda suelta a la diversión, casi desenfrenada” o era utilizado de manera peyorativa al referirse a hombres marcadamente machistas “…ese tal Pedro, le da virola a toda mujer que se le pone enfrente…”  Vaya usted a saber.

Zacatecoluca es en la actualidad una ciudad que a pesar de los múltiples problemas, al igual que el resto de ciudades del país, puja por salir adelante con el esfuerzo de miles de viroleños residentes y no residentes en ella, que brindan lo mejor de su trabajo por poner en alto el nombre de esta ciudad, dejando constancia de vida que somos más lo que queremos la paz, evidencia concreta, como lo ha señalado el escritor Mauro, “Tenemos que ser conscientes de que estamos forjando las nostalgias del futuro”, hoy más que nunca en 2015, al igual  como se señalara allá por el año de 1969, viroleños unidos triunfaremos.

Que así sea.

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