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¿Y usted cree en ellos todavía?

OCURRENCIAS RECARGADAS 2014

edgar alfaro chaverri eapoeta@yahoo.com
edgar alfaro chaverri
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Dicen que una pareja de recién casados se fue a pasar la luna de miel a uno de esos hoteles de lujo del oriente medio y que al amanecer de su melosa y placentera noche de bodas, cialis sale decidieron ir a jugar golf al espléndido césped para ello destinado… Y que cuando el turno de golpear la pelotita llegó a la joven y guapa señora, check ésta salió disparada hacia un condominio habitacional ubicado contiguo al hotel, con tan mala suerte que la pelotita rompió el cristal de un enorme ventanal… Muy apenados los recién casados fueron a disculparse y a ver de qué manera podían reparar el daño… Llegaron a la lujosa residencia, sonaron con insistencia el timbre, pero nadie acudió para atenderlos, sin embargo, notaron que la puerta estaba abierta y decidieron entrar…

En el piso de la sala, sobre la enorme alfombra, estaban diseminados los añicos del cristal roto y divisaron aterrados a la desafortunada pelotita reposando inofensiva junto a los restos de lo que fuera un ánfora antiquísima… Ambos palidecieron cuando una voz muy varonil les preguntó: ¿Son ustedes los que rompieron la ventana? Sí, sí, sí, respondieron los esposos, fue un accidente lamentable, pero la podemos reparar, díganos a cuánto ascienden los daños y le pagaremos inmediatamente…No se preocupen, dijo la voz apareciendo ante ellos, el que debería pagarles soy yo, por haberme liberado de esa ánfora en la que llevaba encerrado más de mil años, soy un genio y en agradecimiento les concederé un deseo a cada uno… Los esposos se miraron estupefactos y luego se abrazaron muy contentos… Aceptamos, claro que aceptamos, dijeron al unísono… La mujer tomó la iniciativa y expresó que deseaba tener una casa amueblada con todas las comodidades en cada país del mundo… ¡Concedido! dijo el genio escuétamente… Yo, dijo el marido, quiero un millón de dólares en cada banco nacional de cada país del mundo… ¡Concedido! señaló el genio con firmeza… ¿Y el tercero, porque son tres deseos los que concedes verdad? reclamó la esposa… ¡Ahhhh, ese es mío, subrayó el genio con autoridad, porque la forma en que me liberaron no fue la usual, y por eso es que tengo el tercer deseo para mí, y mi deseo es que pases esta noche conmigo… El marido puso el grito en el cielo, pero la mujer, viendo la belleza del genio se encargó de ablandar a su marido… Piénsalo querido, ahora somos millonarios y tenemos casa amueblada a dónde quiera que vayamos… Desarmado por la lógica simple de su esposa no tuvo más remedio que aceptar… No fueron nada las mil y una noches de privaciones carnales que había soportado el genio y al despertar satisfecho de su apetito sexual, le preguntó a la bella mujer: ¿Qué edad tienen ustedes?… 20 años señor genio, respondió la mujer… Ajá, entiendo: ¿20 años y todavía creen en genios?

Igual nos está pasando en El Salvador con el Santa Claus del costalito de dinero, con el amiguito de George W. Bush y del príncipe Alberto de Mónaco, el pequeño y brillante gran geniecillo financiero de Harvard, el que ha sido capaz de desvanecer más de diez millones de dólares donados por Taiwán (a saber para qué) como por arte de magia, sí, ese que ya pronto, si lo dejan escapar, abrirá su cadena de lavanderías en todo el planeta: Flower´s Laundry, donde efectivamente dejará lavados de dinero a cuantos se le acerquen… Qué vergüenza para El Salvador, un asesor político con la peor facha de Alí Babá y sus cuarenta ladrones.

¿Y por qué llora su candidato, porque ya no le van a dar su costalito?

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