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BEATIFICACIÓN DEL MÁRTIR MONSEÑOR ROMERO Cientos de miles de feligreses participan esta mañana en la misa de beatificación del Mártir Monseñor Oscar Arnulfo Romero, en la plaza donde esta el monumento al Divino Salvador del Mundo. Foto Diario Co Latino / Ricardo Chicas Segura

Vaticano proclama a Monseñor Romero como primer beato de El Salvador

@GloriaCoLatino

El Salvador cuenta con su primer beato, viagra Monseñor Oscar Arnulfo Romero, luego que el cardenal Angelo Amato leyera la Carta Apostólica, en la que destacó como modelo de santidad en su pastoral al Obispo Mártir. La proclamación se hizo, frente a mar admiradores del Obispo Romero, muchos de los cuales siguieron la solemne misa, desde gigantesca pantallas ubicadas en las avenidas y calles ubicadas en las cercanías de la Plaza El Salvador del Mundo.

Su caridad heroica llevó a Romero a entregar su vida por la de su pueblo, este hecho fue reconocido por el Cardenal Vincenzo Paglia al momento de leer la biografía del nuevo beato.

Paglia reflexionó que quienes ordenaron el asesinato de Romero pretendían “interrumpir su predicación”, por lo que su asesinato fue insuficiente, ya que no evitó que el pastor mártir resucitara en su pueblo con fidelidad.

“Con Romero, Jesús caminó de nuevo con su pueblo”, dijo Paglia.

De igual forma, el cardenal Angelo Amato reconoció en Romero los valores del evangelio y su pastoral que le permitieron inscribirse entre los nuevos mártires de la Iglesia Católica.

“Para colmar la esperanza de muchísimos fieles cristianos, habiendo hecho la consulta del caso a la Congregación de los Santos, en virtud de nuestra autoridad apostólica facultamos para que el venerable Siervo de Dios, Oscar Arnulfo Romero y Galdámez obispo y mártir, pastor según el corazón de Cristo, evangelizador y padre de los pobres, testigo heroico del Reino de Dios, reino de justicia, fraternidad y paz, en adelante se le llame Beato y se celebre su fiesta el 24 de marzo día en que nació para el cielo.

En el lugar y según modo por el derecho. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén”, indicó Amato

Con la peregrinación de sacerdotes, obispos  y  la presencia de miles de feligreses que se habían apostado desde la noche del viernes en los alrededores del templete, inició la ceremonia de beatificación de Monseñor Oscar Arnulfo Romero.

Los sacerdotes,  vestidos con estolas y casullas rojas que simbolizan el martirio del nuevo beato, acompañaron el discurso de Vicenzo Paglia, quien

recordó que Romero nació  un 15 de agosto en Ciudad  Barrios, San Miguel, en una familia de origen humilde y religiosa,  ingresó a la edad de 13 años a la ordenación sacerdotal en el Seminario Menor de San Miguel y luego, sus estudios superiores los realizó en Roma, Italia.

Momento en que se develó la imagen de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, como nuevo beato de la iglesia universal, durante la misa en la plaza Salvador del Mundo. Foto Diario Co Latino / Josué Parada
Momento en que se develó la imagen de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, como nuevo beato de la iglesia universal, durante la misa en la plaza Salvador del Mundo. Foto Diario Co Latino / Josué Parada

El cardenal destacó que después de la guerra Romero fue una luz y una guía para su pueblo, que visitaba su tumba y la humilde habitación donde él vivió su últimos años.

Además,  destacó que Romero fue asesinado el 24 de marzo, cuando oficiaba una misa en capilla del  hospitalito de la Divina Providencia.

Romero, dice algunos de sus biógrafos, era un arzobispo conservador, pero dio un giro en su prédica con el asesinato del Padre Jesuita, Rutilio Grande junto a dos miembros de la iglesia en el Paisnal, Aguilares, en marzo de 1977. Monseñor Romero, luego de consultar con el clero, toma la decisión de no asistir más a ningún evento del gobierno mientras no investigaran este crimen y en protesta realiza solo una misa única en Catedral metropolitana, como signo de unidad de la iglesia y comienza su pastoral profética.

Monseñor Romero toma un protagonismo al servicio de la justicia y la reconciliación del país, mediador en muchas ocasiones siempre buscó una solución pacífica para el país; con él nació Tutela Legal del Arzobispado que trabajó por los derechos humanos de los y las salvadoreñas; y dio refugio a campesinos y personas pobres que vivían en la periferia de la ciudad, ante  las acciones de represión del Estado.

Como “Voz de los sin voz”, Monseñor Romero impulsó el Seminario Orientación y la Radio YSAX, donde se escuchaban sus Homilías dominicales y conferencias a la prensa que eran de rigor obligatorio, para conocer de cerca la represión a la población salvadoreña desde las estructuras del gobierno que también, lo difamaron en los grandes medios de comunicación tildándolo de vengativo, comunista y loco, a fin de descalificar su pastoral, pese a que siempre mostró ser un hombre del Evangelio y que decidió tomar  el camino de Jesús en defensa de los pobres.

En la Homilía de ese domingo 23 de marzo preparándose para la cuaresma, Monseñor Romero llamó a miembros del ejército y cuerpos de seguridad a no seguir matando a sus “hermanos” y los exhortó a no obedecer una orden inmoral en contra de la Ley de Dios, que manda “No matarás”.

“En nombre de Dios, pues, y en nombre de este sufrido pueblo cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: ¡Cese la represión!”, pidió el Arzobispo Mártir.

Estas palabras sentencian la vida de Monseñor Romero, un Escuadrón de la Muerte, creación del Mayor Roberto D´abuisson se activa y decide segar su vida ese lunes 24 de marzo, cuando oficiaría una misa en la Capilla del Hospital de la Divina Providencia, conocido como el “hospitalito”.

Pasadas las 6 de la tarde, mientras Monseñor Romero se encontraba en la sagrada consagración, un francotirador le disparó impactándole en su corazón, lo que puso fin a su vida física, porque de su pastoral profética se cumplió.

El Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, acompañado de su esposa Margarita Villata, asiste al acto de la beatificación de Monseñor Romero. Foto Diario Co Latino
El Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, acompañado de su esposa Margarita Villata, asiste al acto de la beatificación de Monseñor Romero. Foto Diario Co Latino

“He sido frecuentemente amenazado de muerte. Debo decirle que, como cristianismo, no creo en la muerte sin resurrección: Si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño”.

Diversos análisis sobre la beatificación de  Monseñor Oscar Arnulfo Romero, dan cuenta, que es el primer beato de América e inédito en su martirio; porque su muerte es la única que se sucedió cuando celebraba la eucaristía, de tres documentadas en la historia del cristianismo católico.

Monseñor Romero fue elevado a los altares  por vía del martirio, que se constituye en el milagro mismo de su beatificación y formará parte de los mártires contemporáneos de la Iglesia Católica.

El relicario presentado por el Clero salvadoreño tiene la forma de una pequeña iglesia, que contiene  la camisa que usó el día de su muerte martirial.

La pequeña ermita tiene un peso de  400 libras debido a su blindaje y tiene inscrito el lema “Sentir con la Iglesia” y el escudo,  que luego, se colocará en Catedral metropolitana para la veneración de los fieles.     

El  culto público y oficial a Monseñor Óscar Arnulfo Romero inició desde este día y será  agregado a la lista de los mártires de la Iglesia, para que cada 24 de marzo de cada año se celebre su memoria.

El Proceso de Beatificación de Monseñor Romero, inició el 24 de marzo de 1990,  bajo instrucción de Monseñor Arturo Rivera y Damas, quien manda la apertura del proceso diocesano para introducir la causa de beatificación. La investigación culminó el 1o de noviembre de 1996, y es enviada al Vaticano en Roma, para que el 4 de julio de 1997, aceptaran en la Santa Sede, como válida la solicitud

El expediente de Monseñor Romero ingresó  la Congregación para la Causa de los Santos en el año 2000, que lo transfirió a la Congregación para la Doctrina de la Fe, para realizar un análisis  exhaustivo de sus homilías y escritos durante su pastoral. En ese entonces, la congregación la dirigía el Cardenal Joseph Ratzinger que posterior a este cargo asumió, su papado como Benedicto XVI.

La Causa de Monseñor Romero como Beato de la Iglesia se estanca en el año  1997,  por un bloqueo de clérigos conservadores, así como presiones de sectores conservadores del poder económico y políticos del país. No obstante, la causa se activó nuevamente por expresa decisión del Cardenal Jorge Mario Bergoglio, quién asumió el 13 de marzo de 2013, el nombre del Papa Francisco I

Rafael Correa, Presidente de Ecuador, saluda a los feligreses que participan del acto de Beatificación de Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Foto Diario Co Latino
Rafael Correa, Presidente de Ecuador, saluda a los feligreses que participan del acto de Beatificación de Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Foto Diario Co Latino

El postulador de la causa de Monseñor Romero  en el Vaticano fue  Monseñor, Vicenzo Paglia, quien en el año 2005, comunica al Clero salvadoreño las conclusiones del estudio de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que entre sus resoluciones concluyeron que “Monseñor Romero no fue un Obispo revolucionario, sino un hombre de Iglesia, del Evangelio y de los Pobres”.

Es el 3 febrero 2015, que el Papa Francisco autorizó la promulgación del Decreto de la Congregación para las Causas de los Santos que declara a Monseñor Óscar Romero, mártir de la Iglesia y “asesinado por odio a la fe”, declarándolo Beato de la Iglesia.

Mañana domingo se celebrará de forma solemne el Pentecostés, para honrar al nuevo Beato Monseñor Romero en todas las parroquias del país, y venerar su legado pastoral.

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