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¿SE ACELERA EL TIEMPO?

Leonardo Boff
(Leonardo Boff, store es un teólogo, medicine sacerdote franciscano, filósofo, escritor, profesor y ecologista brasileño)
Viviendo apresuradamente

No sólo las personas mayores, sino también las jóvenes tienen la experiencia de que todo se está acelerando excesivamente. Ayer fue Año Nuevo, dentro de poco será Pascua, un poco más y otra vez la Navidad. ¿Este sentimiento es ilusorio o tiene una base real? La “resonancia Schumann” trata de explicarlo.

El físico alemán W.O. Schumann  constató en 1952 que la Tierra está rodeada de un campo electromagnético poderoso que se forma entre el suelo y la parte inferior de la ionosfera situada a unos 100 kilómetros por encima de nosotros. Ese campo posee una resonancia (de ahí el nombre de resonancia Schumann) más o menos constante, del oren de 7.83 pulsaciones por segundo.

Funciona como si fuera un marcapasos, responsable del equilibrio de la biosfera, condición común de todas las formas de vida. También se ha comprobado que todos los vertebrados y nuestro cerebro están dotados de esa misma frecuencia de 7.83 hertzios. Empíricamente se ha constatado que no podemos ser saludables fuera de esta frecuencia biológica natural. Siempre que los astronautas, en razón de los viajes espaciales, quedaban fuera de la resonancia Schumann, se enfermaban.  Pero sometidos a la acción de un “simulador Schumann” recuperaban el equilibrio y la salud.

Por miles de años  el palpitar del corazón de la Tierra ha tenido esta frecuencia de pulsaciones y la vida se ha desarrollado en un relativo equilibrio ecológico. Sucede, sin embargo, que a partir de los años 80, y de forma más acentuada a partir de los años 90, la frecuencia se elevó de 7.83 a 11 y a 13 hertzios. El corazón de la Tierra se disparó y de manera coincidente se hicieron sentir desequilibrios ecológicos: perturbaciones climáticas, mayor actividad de los volcanes, crecimiento de tensiones y conflictos en e mundo y aumento general de comportamientos desviados de las personas, entre otros. Debido a la aceleración general, la jornada de 24 horas es, en realidad, solamente de 16 horas. Por lo tanto, la percepción de que todo está pasando demasiado rápido no es ilusoria, tendría una base real en este trastorno de la “Resonancia Schumann”.

La Tierra busca su equilibrio natural

Gaia, ese super organismo vivo que es nuestra Madre Tierra, debe de estar buscando formas de recuperar su equilibrio natural. Y lo conseguirá, pero no sabemos a qué precio, precio que será pagado por la biosfera y por los seres humanos. Aquí se abre un espacio para que ciertos grupos esotéricos y otros futuristas proyecten escenarios, ya dramáticos, con catástrofes terribles, ya esperanzadores, como la  irrupción de la cuarta dimensión mediante la cual todos seremos más   intuitivos, más espirituales y más sintonizados con e biorritmo de la Tierra.

No pretendo reforzar este tipo de interpretación. Solamente enfatizo la tesis –recurrente entre grandes cosmólogos y biólogos–  de que la Tierra es, efectivamente, un super organismo vivo, de que Tierra y Humanidad formamos una única entidad, como los astronautas declaran desde sus naves espaciales.

Nosotros los seres humanos somos Tierra que siente, piensa, ama y venera. Y por serlo, poseemos la misma naturaleza bioeléctrica y estamos envueltos por las mismas ondas resonantes Schumann. Si queremos  que la Tierra reencuentre su equilibrio debemos comenzar por nosotros mismos: hacer todo sin estrés, con más serenidad, con más amor –que es una energía esencialmente armonizadora. Para eso hemos de tener el valor de enfrentarnos a la cultura dominante, que nos obliga a ser cada vez más competitivos y eficientes.

Necesitamos respirar juntos con la Tierra para trabajar con ella para la Paz.

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