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María deja a Puerto Rico como zona de desastre y avanza hacia Dominicana

Por Héctor Retamal/Jesús Olarte en Punta Cana/Leila Macor

San Juan/Punta Cana/Miami/AFP

Los puertorriqueños despertaron este jueves en una isla devastada y sin energía eléctrica por el paso la víspera del huracán María, que dejó un muerto antes de seguir camino hacia el norte de República Dominicana con vientos de 185 Km/hora.

En su arrasador paso por las Antillas Menores y las Islas Vírgenes estadounidense, oscilando entre las categorías 4 y 5 la mayor parte del tiempo, María ha dejado 10 muertos en total y la pequeña isla de Dominica destruida e incomunicada.

Rebajado a categoría 3 de la escala Saffir-Simpson (de máximo 5), su ojo rozará la costa norte de República Dominicana antes de adentrarse en el Atlántico Norte.

El presidente Donald Trump definió como zona de «gran desastre» a Puerto Rico, un territorio autónomo estadounidense, lo cual libera fondos ilimitados de ayuda federal para una isla que se había declarado en bancarrota en mayo.

Trump «ordenó asistencia federal para complementar los esfuerzos de recuperación locales del territorio en las áreas afectadas por el huracán María», indicó la Casa Blanca en un comunicado.

La peor experiencia

Un hombre falleció en Bayamón, en el noreste de la isla, confirmó a la AFP Yennifer Álvarez, portavoz de la casa de gobierno. El tablón que había clavado para tapiar la ventana se desprendió y lo golpeó de muerte.

Los primeros reportes hablaban de inundaciones y grandes perjuicios a la infraestructura y el gobierno declaró toque de queda de 6:00 de la tarde a las 6:00 de la mañana hasta el sábado.

«Esta es absolutamente la peor experiencia que hemos tenido con un huracán», dijo a la AFP Kim Neis, una estadounidense que ha vivido en la isla 30 años. «Ninguno de los anteriores fue tan intenso como éste».

Durante la noche, decenas de familias fueron rescatadas en un suburbio de la capital San Juan, informó la gobernación. El lago Levittown se desbordó y algunos además habían perdido los techos de sus viviendas.

Una residente de esta municipalidad, Toa Baja, publicó un video que mostraba el agua llegando hasta el segundo piso de su edificio. «Estamos pillados, Dios nos cuide, no podemos hacer nada», dice la mujer sin identificarse. «No podemos subir porque el viento no nos deja, mira cómo el agua se mete con olas».

El gobernador, Ricardo Rosselló, había dicho la noche del miércoles que «el daño es muy extenso (…) Hay muchas inundaciones, mucho daño a las infraestructuras, el sistema de telecomunicaciones está parcialmente caído, la infraestructura de energía está completamente caída».

«El 100% (de la isla) debe estar sin servicios de energía eléctrica», dijo Abner Gómez, director de la agencia estatal de gestión de desastres (AEMEAD), la tarde del miércoles.

El servicio eléctrico puertorriqueño ya había demostrado fragilidades con el paso del huracán Irma hace dos semanas y aún faltaba restablecer la electricidad a 50.000 abonados.

«Nuestra vida como la conocíamos cambió», dijo entre lágrimas la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruza, a un grupo de periodistas en un refugio en San Juan durante la tormenta.

República Dominicana alerta

El gobierno de República Dominicana declaró alerta máxima y suspendió la jornada laboral del jueves.

Al despuntar el día, María estaba a unos 150 km al noroeste de Punta Cana, un balneario turístico a unos 200 km de la capital, Santo Domingo.

Las ráfagas tumbaron algunos postes de electricidad y cientos de personas se hallaban sin servicio.

Las lluvias eran persistentes y las calles permanecían desoladas, mientras algunos trabajadores recogían postes, letreros y botes de basura.

Unas 10.000 personas se hallaban en albergues en distintos lugares el país, de acuerdo con el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) del gobierno.

«El observatorio meteorológico ubicado en el aeropuerto de Punta Cana reportó ráfagas de vientos por encima de los 100 kph y acumulados de lluvias de 111 milímetros en las ultimas 12 a 18 horas», especialmente en poblados de la región este, detalló un comunicado.

País aturdido

Tras su paso por las Antillas Menores, el huracán dejó dos muertos en Guadalupe y una catástrofe aún por evaluar en Dominica, donde por ahora se reportan siete fallecidos.

Un asesor gubernamental que habló por teléfono satelital con el primer ministro dominiqués Roosevelt Skerrit pintó un panorama devastador para la isla de unos 73.000 habitantes.

«Es difícil determinar la cantidad de fallecidos, pero hasta ahora hay siete confirmados como causa directa del huracán», dijo el asesor Hartley Henry en un comunicado.

«El país está en un estado de aturdimiento. No hay electricidad, no hay agua corriente (…) no hay servicio telefónico de línea ni celular, y esto seguirá así por un tiempo», añadió.

Mientras, en las Islas Vírgenes estadounidenses, los residentes contaron a la AFP que habían visto volar árboles arrancados por el viento y que llovía horizontalmente.

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