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telesurtv.net/AFP
Los gremios docentes argentinos inician este lunes a un paro de 48 horas en todo el país con la finalidad de exigir mejores condiciones laborales y salariales, el paro conlleva a postergar el inicio de las clases.
El gremio de maestro había advertido la posibilidad de ir a un paro y después de varios intentos por dialogar con los gobiernos locales, en vista que no se tomaron en cuenta sus exigencias, los educadores pertenecientes a la Confederación de Trabajadores de la Educación decidieron paralizar las actividades docentes como una medida de presión.
La semana pasada la Central de Trabajadores de la Educación, la mayor organización docente de Argentina, anunció un paro general los días 6 y 7 de marzo.
Entre las exigencias de los maestros destaca una paritaria nacional para aumentar el sueldo en 35 por ciento y así compensar el alto índice de inflación que en 2016 se elevó en más del 40 por ciento.
El Gobierno de Mauricio Macri deja a los mandatarios provinciales decidir cuál será el salario mínimo según sus posibilidades. Los maestros, por su parte, solicitan una negociación salarial a nivel nacional.
Está previsto que este lunes los sindicatos docentes se dirijan al ministerio del Trabajo y luego al de Educación, ambos ubicados en la ciudad de Buenos Aires.
Las clases no comenzarán esta semana. Durante la segunda semana de marzo se realizarán clases públicas, foros y asambleas en las escuelas y para la tercera semana habrá una huelga y una Marcha Federal Educativa junto con una movilización a la Plaza de Mayo, en Buenos Aires, capital argentina.
Los sindicatos participarán el 7 de marzo en la movilización que convocó la Confederación General del Trabajo (CGT), la central obrera más importante de Argentina, contra el Gobierno de Mauricio Macri. A la marcha también se sumará el Partido Justicialista (PJ) que reúne una gran parte del movimiento peronista.
Por su parte, el sindicato argentino de Docentes Privados (Sadop) decidió el mismo plan de lucha que los gremios que componen el Frente Educativo Nacional.
«El Ejecutivo habla de diálogo, pero no lo practica. Incumple la Ley y desprotege a los docentes», señaló el secretario general de Sadop, Mario Almirón.
La secretaria general de Ctera, Sonia Alesso, adelantó que los sindicatos docentes participarán en la huelga internacional de mujeres prevista para el 8 de marzo contra la violencia de género.
Los sindicatos rechazaron la propuesta de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, sobre un alza en los salarios de 18 por ciento en cuatro cuotas.
El aumento fue considerado insuficiente en un país que tiene una inflación anual estimada en 37,7 por ciento, según el Índice Congreso, que cada mes difunde un grupo de diputados opositores con base en los cálculos que realizan las consultoras privadas.
«Si no acordamos con el Gobierno, la tercera semana de marzo habrá un gran marcha nacional educativa con todos los sectores para seguir peleando por los reclamos de los trabajadores», sostuvo Alesso.
Obreros a huelga
El paro docente es el puntapié de una semana complicada para el gobierno que tendrá el martes una protesta de las tres centrales obreras junto a movimientos sociales y partidos opositores en rechazo a la política económica y al ajuste.
Las centrales obreras reclaman mejoras salariales y el fin de los despidos por cierres de fábricas. Varios sindicatos le reclaman a las centrales la convocatoria a una huelga nacional.
En una medida inédita se unió a la protesta la cámara de pequeños y medianos empresarios CAME ante el cierre de Pymes y comercios por el derrumbe del consumo en los 15 meses de gobierno de Macri.
El miércoles se suma una huelga de organizaciones feministas en adhesión el Día Internacional de la Mujer contra la discriminación laboral, la violencia machista y los feminicidios.
La economía argentina sigue en recesión. En 2016 el Producto Interior Bruto (PIB) cayó 2,3% con un tibio repunte en el último trimestre tras cuatro consecutivos de caída.
A la falta de clases se suma la huelga de futbolistas en reclamo de salarios impagos desde hace cinco meses, que obligó a la Asociación del Fútbol Argentino a suspender el viernes el reinicio de los campeonatos. El colmo de los males en un país donde el fútbol es pasión de multitudes.
El tenor del enfrentamiento motivó la reacción de la Iglesia católica, culto mayoritario, para pedir moderación a las partes y bajar «la escalada de confrontación», dijo monseñor Eduardo Martín, de la comisión de Educación de la Conferencia Episcopal.
