Página de inicio » Opiniones » Los cambios en educación: signo mas que positivo

Los cambios en educación: signo mas que positivo

Renán Alcides Orellana

Hace algunas noches, tadalafil doctor un programa de TV, online cialis de acertijos en su mayoría más que de interrogantes didácticas, shop ailment evidenció una vez más el bajo nivel cultural y educativo de los salvadoreños, especialmente en profesionales y jóvenes estudiantes de nivel universitario, al no acertar a preguntas elementales sobre ciencias y arte, propias para conocimiento de niveles de enseñanza primaria o básica.

No se trata de señalar culpables, ni siquiera de ubicar los años en los que iniciara la decadencia en la enseñanza, no sólo universitaria sino de todos los niveles. Tampoco cuestionar a maestros y centros educativos. Eso ha de  ser propio de análisis aparte. Se trata de mirar hacia adelante, con sentido positivo hacia la educación y la cultura, para privilegiar, recordándola, aquella calidad de la enseñanza que se nos dio a nosotros, ya hace algunas décadas.

En el último quinquenio brillaron luces de esperanza, aun cuando, con razón muy suya, hubo sectores que, dada su línea política, deslegitimaban los cambios y avances. Se sentó un plan y algunas bases; y ahora, sólo queda esperar que los cambios en la educación y la cultura, sean signos verdaderamente positivos. La llegada del nuevo titular del Ramo, Ing, Carlos Mauricio Canjura, puede ser una profundización, de fondo y forma, en la amplia y compleja cartera de Educación. Quisiera basar estas afirmaciones, prioritariamente, en el conocimiento que  tengo del Ing. Canjura como profesional y docente acucioso, más allá de la especial amistad y de la labor compartida que, como docentes universitarios, nos tocó realizar en los días difíciles para la Universidad de El Salvador (UES), después de la invasión del campus por el ejército salvadoreño, en 1972. Concretamente, ambos laborábamos en áreas de la Facultad de Ciencias y Humanidades: Canjura en Matemáticas, yo en Periodismo. Aquellos fueron días grises -más grises aun que “los grises” (policía anti universitaria), por el asedio a nuestro trajinar docente- cuando todos reiniciamos el verdadero proceso universitario.

Los avances técnico científicos (la internet, especialmente) contribuirán, desde luego, al mejoramiento integral de la enseñanza-aprendizaje y del proceso de desarrollo artístico-cultural, toda vez, eso sí, que el uso y no el abuso desmedido permitan un aprovechamiento equilibrado. Y el nuevo Ministro sabe de este manejo racional, que no permitirá la anulación de la creatividad, ni el declive de la investigación integral, que antes animaba a los estudiantes a una envidiable y fraterna competitividad, hacia una superación sin desgano. Una enseñanza-aprendizaje participativos, sin el individualismo que ahora, con las mínimas -y por eso muy apreciables- excepciones, distraen y abstraen a los niños y adolescentes del entorno familiar, laboral y social. Como en todo, el uso es bueno, el abuso es malo.

Imagino, y no lo dudo, que el nuevo Ministro Canjura, con su experiencia en el plan de búsqueda de talentos, de la UES, tiene el bagaje necesario para orientar y conducir programas que estimulen el ingenio y la creatividad estudiantil. Y no sólo estudiantil, sino de toda la comunidad educativa en particular y de la sociedad en general, mediante una administración sana y saludable, que permitirá el crecimiento de la cultura, como pilar fundamental para una auténtica democracia.

La educación y la cultura en El Salvador no son rubros de fácil tratamiento en la actualidad. Pero, precisamente por eso, hoy es una oportunidad de profundizar e impulsar verdaderos cambios, mediante la dotación de recursos suficientes y de calidad, atención real a la infraestructura y, sobre todo, la escogitación de funcionarios probos y docentes comprometidos con la causa educativa y cultural del país. Esto último se logrará, sin duda, toda vez que se escoja el hombre para el puesto y no el puesto para el hombre. (RAO).

Ver también

La mentira y la impunidad imperan en el Día de la Verdad y Dignidad de las Víctimas

Por Leonel Herrera* El pasado 24 de marzo conmemoramos el 44 aniversario del magnicidio de …