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Sevilla/AFP
El sur de España, cure donde se registraron temperaturas de hasta 44ºC, se encontraba este lunes en alerta por «riesgo extremo» o «riesgo importante» debido a una excepcional ola de calor que amenaza el oeste de Europa.
«En la campiña de Córdoba (…) tenemos temperaturas de 44º», con alerta roja, es decir «riesgo extremo», afirmó una portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Otros países también se vieron afectados por la ola de calor, especialmente Portugal y Francia, en alerta desde hace días para prevenir una catástrofe como la del verano boreal de 2003, cuando las altas temperaturas ocasionaron hasta 70.000 muertes más de lo habitual en el continente, especialmente entre las personas ancianas.
«La masa de aire caliente se ha formado aquí en estos días de gran insolación (…) y como va a coincidir con un anticiclón en Escandinavia probablemente vaya a ir afectado a la parte más occidental de Europa en los próximos días», explicó a la AFP Angel Alcázar, experto de Aemet.
«La ola de calor procedente de España se confirma, con (…) valores bastante extremos, que superan los 40º en algunos puntos», dijo por su parte Françoise Bénichou, de la agencia de meteorología francesa.
Las autoridades portuguesas ya habían advertido el viernes contra los peligros de un tiempo tórrido y seco, con temperaturas máximas entre 35º y 44º. Este lunes mantenían cuatro regiones en alerta naranja.
Incluso para el cálido sur español, estos «son fenómenos meteorológicos no habituales, de intensidad excepcional y con un nivel de riesgo para la población muy alto», explicó la portavoz de Aemet.
Unas cuarenta provincias del sur y el oeste, tan al norte como Madrid, se encontraban en alerta naranja, «riesgo importante».
En Sevilla, por ejemplo, los termómetros debían alcanzar los 42ºC e, intentado escapar del calor, los sevillanos tomaban por asalto las fuentes de la ciudad. Niños y adultos se refrescaban, mojándose los pies o todo el cuerpo, mientras otros optaban por saltar en traje de baño, desde las orillas o los puentes, al río Guadalquivir.
En las zonas costeras, las playas se abarrotaban de españoles y turistas coincidiendo con el inicio de la temporada alta de visitantes extranjeros.
Llamando a «extremar las precauciones», los servicios de protección civil ya habían alertado durante el fin de semana de un aumento progresivo de las temperaturas en la península Ibérica y las mediterráneas islas Baleares.
«Interésese por las personas mayores y enfermas próximas, y aquéllas que vivan solas o aisladas», aconsejaban, advirtiendo así mismo que «las altas temperaturas favorecen el riesgo de incendios forestales».
La llegada de un frente de aire, de sur a norte, debía mejorar la situación en la península Ibérica: «Para el martes ya no hay niveles rojos y menos provincias en los niveles naranjas, la zona de Andalucía y el oeste peninsular se libera un poco y el miércoles ya es un respiro», según la portavoz de Aemet.
