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Las administraciones presidenciales de Francisco Flores y Elías Antonio Saca son las que más aumentaron el gasto en el país, según las estadísticas del Banco Central de Reserva, que recoge datos del Sector Público No Financiero, según una publicación del sitio oficial Transparencia Activa.
En los últimos dos gobiernos de ARENA (administraciones de Francisco Flores y Elías Antonio Saca), el gasto corriente (compromisos financieros del gobierno) aumentó en $1,640 millones, frente a los $1,195 millones ejecutados por las presidencias de Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, según estadísticas del Banco Central de Reserva (BCR).
De acuerdo a la información del BCR, los principales incrementos en el presupuesto de gasto corriente que ha tenido el gobierno a partir de junio de 2009 han sido en remuneraciones (salarios) y transferencias corrientes al sector público. De cada $100 de aumento en el gasto corriente, $75 fueron en estos rubros.
Las remuneraciones crecieron 47.8% en este periodo. Sin embargo, al contrastar con información del Ministerio de Hacienda, de cada $100 de aumento en el presupuesto para plazas a tiempo completo, $38 han sido para personal docente, $16 han sido para médicos, $12 han sido para personal de seguridad pública y $18 han sido para personal técnico.
Con esta información se puede observar que el aumento se debe a que se han destinado los recursos para fortalecer las áreas sociales y de seguridad.
Estas transferencias corrientes -así son identificados en el presupuesto- son traspasos de recursos a instituciones para fomentar el desarrollo local, la seguridad ciudadana y brindar apoyo a las familias salvadoreñas. Las transferencias a instituciones del sector privado se han reducido $34.9 millones y se han incrementado a instituciones públicas en $315.2 millones.
La información del BCR muestra, además, una reducción en el gasto para compra de bienes y contratación de servicios. Para 2009 se habían presupuestado $393.9 millones en compra de bienes y servicios, para el presupuesto de 2018 son $372.5 millones.
Esta reducción sin sacrificar compras esenciales como medicamentos, que ha generado una cobertura de abastecimiento de medicamentos del 85% para 2017, contrasta con el 65% de abastecimiento que existía en 2009.
