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@arpassv
En su ilegal campaña adelantada, el empresario Javier Simán, uno de los aspirantes presidenciales de ARENA, declaró que él es “candidato de la gente”.
Si “la agente” son las élites oligárquicas a las que pertenece Simán, entonces su candidatura sí es de “la gente”. Pero si “la gente” es el pueblo, los sectores populares y la mayoría de la población, es obvio que esa candidatura no es de “la gente”.
Las precandidaturas de Javier Simán y Carlos Calleja representan al reducido pero poderoso sector oligárquico que -como dice el padre José María Tojeira- busca imponer un “gobierno de los ricos”.
“La pobreza, desigualdad, falta de trabajo con salario decente y endeble protección social mantienen a una gran cantidad de población en desesperanza; y frente a ello un sector político parece inclinarse a promover el gobierno de los ricos”, apunta el sacerdote jesuita.
“El partido ARENA, olvidándose de las elecciones legislativas, comienza su campaña presidencial, despreciando el espíritu de las leyes que ponen término relativamente corto para las campañas presidenciales; y entre sus precandidatos predominan miembros de familias millonarias…”, señala el ex rector de la UCA.
En un artículo publicado ayer en Diario Co Latino, Tojeira recuerda que “desde la irrupción de las oligarquías cafetaleras, el dominio de los ricos aumentó las desigualdades, la marginación y la pobreza de muchos; y cuando aceptaron reformas, fue para refundar una sociedad dividida en gente con más derechos y otra con menos derechos, dejando con menos derechos a las mayorías…”.
Tojeira menciona la “educación pública deficiente y una educación privada más abierta a la calidad, la disciplina y exigencia académica; pensiones para el 20% de la población y rebusca de remesas o morirse de olvido para el resto de los salvadoreños; un sistema de justicia sensible al dinero y al poder, pero incapaz de enfrentar la plaga de impunidad que afecta a tanta muerte de pobres”.
El ex rector también critica el “régimen fiscal en el que los pobres y las clases medias aportan comparativamente más que los ricos y sus empresas juntos. Los gobiernos de los ricos han sido los que han dominado mayoritariamente la historia política de El Salvador y los resultados los tenemos a la vista”, sostiene.
Las críticas de Tojeira son un recordatorio de la necesidad de procurar que de las elecciones presidenciales del 2019 surja un “gobierno del pueblo”, es decir que su prioridad sea atender las necesidades y demandas de los sectores populares y las capas medias.
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