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Por Francisco Jara
La Habana/AFP
La guerrilla de las FARC y el gobierno colombiano retomaron con optimismo este lunes los diálogos de paz en La Habana, buy cialis search aunque inquietos por el espionaje a las comunicaciones de ambas partes, en el último tramo de la campaña presidencial.
«Somos insurgentes y sabemos que el Estado y el régimen y todos los actores sociales que nos adversan desde que empezó la confrontación, acuden al espionaje», dijo a la prensa Andrés París, un delegado de paz de las FARC, sobre la interceptación de correos electrónicos de la guerrilla y del presidente colombiano Juan Manuel Santos, quien busca un nuevo periodo en los comicios del 25 de mayo.
«Lo que estamos presenciando es el espionaje contra el conjunto de la sociedad colombiana», agregó París, afirmando que las escuchas tenían «intencionalidad política», pues la información sustraída serviría para «manipulación mediática» contra el proceso de paz que busca poner fin a un conflicto armado de medio siglo en Colombia.
La Fiscalía colombiana acusó la semana pasada al experto informático Andrés Sepúlveda -ligado al equipo de campaña del conservador Óscar Iván Zuluaga- de haber interceptado correos de Santos y de las FARC, lo que el mandatario de centro-derecha atribuyó en una entrevista con la AFP a un intento de «envenenar» el proceso de paz, iniciado en 2012.
París sostuvo que Sepúlveda pertenece a la «inteligencia militar» colombiana: «es empleado de los servicios de inteligencia militar, eso es lo que tiene que explicar el régimen colombiano», expresó.
Santos, quien mantiene una leve ventaja en las encuestas, atribuyó el espionaje a la «desesperación» de los opositores a las negociaciones de su gobierno con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla en ese país.
«Están desesperados porque ven que la paz les quita su razón de ser, su razón de existir», dijo Santos en una entrevista con la AFP, en una gira de campaña a Cúcuta, en la frontera con Venezuela.
París insistió en que la guerrilla no toma partido en la contienda electoral y elogió que los cinco candidatos se hayan pronunciado por la paz.
«Observamos que las distintas candidaturas se han corrido en su mensaje a la defensa de la solución política del conflicto; recalcitrantes antes (en una estrategia de guerra), ahora todos pugnan por vender su propósito de paz», dijo.
«Esperamos que el sentimiento de paz de los colombianos no sea manipulado por intereses electoreros (…), el proceso electoral no debe interrumpir los esfuerzos que se están desarrollando en La Habana», agregó.
«Las contradicciones son menores»
Andrés París expresó que las FARC tienen la «voluntad de avanzar lo más rápidamente posible» en el tema de drogas ilícitas, actualmente en discusión, tercero de los seis puntos de la agenda de paz.
Jesús Santrich, otro de delegado de las FARC, dijo que aunque persisten ciertos desacuerdos «de fondo» en las discusiones a puertas cerradas, todos estos temas se pueden resolver.
«Algunos (desacuerdos) son de fondo, tienen que ver mucho con las responsabilidades internacionales (…) en el conflicto, pero nada que no se pueda resolver. Todo tiene posibilidades de solución y en eso andamos», indicó.
«Las contradicciones son menores, es un deseo muy grande de darle conclusión a ese punto» de drogas, «por eso el optimismo de Andrés» al iniciar esta ronda de pláticas, agregó Santrich.
En la entrevista con la AFP Santos también expresó su optimismo en el proceso y prometió que si se firma la paz «estrecharía su mano» al jefe de las FARC, Timoleón Jiménez, «Timochenko».
Ambas partes, que iniciaron este lunes el vigésimo quinto ciclo de pláticas, han consensuado hasta ahora los dos primeros puntos de la agenda, reforma rural y participación política.
Los temas pendientes son abandono de las armas, víctimas y el mecanismo para refrendar un eventual acuerdo.
El actual ciclo de conversaciones culminará el 22 de mayo, tres días antes de las elecciones.
