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@JoakinSalazar
La epifanía es una época de inicio del año litúrgico, try que es considerada como la manifestación del niño Dios al mundo a través de los magos, quienes le llevaron presentes. Dicha celebración se realizó en la cripta de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, en donde se destacó la importancia de manifestar el evangelio de Cristo entre hermanos, como lo hiciera el obispo Mártir Monseñor Oscar Arnulfo Romero, durante la época de su vida.
La Misa estuvo a cargo del padre Gerardo Méndez, de la parroquia de San Francisco, de Mejicanos, quien durante la homilía hizo un llamado para que este nuevo año el pueblo salvadoreño experimente el evangelio de Jesucristo, tal y como lo hiciera Monseñor Oscar Arnulfo Romero, quien entregó su vida y obra a los más necesitados del país.
“Cuando una persona experimenta el evangelio en su vida, experimenta una alegría tan grande que es la entrega al proyecto de Dios, no solo por dar lo que uno tiene y posee, sino de la propia persona, la entrega a la causa del proyecto de Dios, lo que define la experiencia de Monseñor Romero”, expresó el párroco de Mejicanos.
Asimismo, destacó que los salvadoreños deben demostrar el amor de Dios, a través de una verdadera hermandad entre los ciudadanos con el fin de poder ser una verdadera familia como pueblo de Dios.
“La humanidad encuentra a Dios en ese niño que los magos adoran y le ofrecen dones, la epifanía ofrece una salvación universal, el amor salvador de Dios se ofrece a todos y todas”, citó el padre a Monseñor Romero.
De acuerdo al párroco, el ejemplo de Monseñor Romero es una forma de entregar no solo las cosas materiales, sino también su vida para el servicio de las personas más necesitadas.
“Romero se arrodilló ante el niño Jesús de Nazaret, eso es lo que explica porqué Monseñor no tiene ningún problema y se siente la persona más libre para darlo y entregarlo todo”, explicó el padre Méndez.
En la Epifanía, los magos decidieron dejar todas las cosas materiales y comodidades para buscar en cada pobre al mismo Dios, compartiendo con él, lo mucho o poco con lo que se cuente, por lo que ese es el llamado que hizo el párroco a la población para buscar el amor de Dios entre los pobres y necesitados.
