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El silencio de los farsantes

Siguiendo lineamientos del partido ARENA y de la más recalcitrante cúpula empresarial salvadoreña, find varios seudo movimientos, que se dicen ser representativos de la sociedad civil, incluidos Aliados por la Democracia, han pretendido confundir a la opinión ciudadana con el cuento de la necesidad de crear una “CICIES” en El Salvador, como la que creó Guatemala, bajo los auspicios de las Naciones Unidades.

Lo que estos grupúsculos pretenden es meterle la idea a la ciudadanía salvadoreña, que la corrupción en El Salvador inició en 2009, con el primer Gobierno del FMLN. Ocultan estos manipuladores, que fue en el primer Gobierno del FMLN que se descubrieron los grandes actos de corrupción de los gobiernos areneros.

La construcción de los hospitales, los desfalcos en el ISSS, el despojo a la nación de la Geotermia conocido como el caso CEL-ENEL, la Diego de Holguín, el caso Flores, FECEPE, entre centenares de casos, algunos de los cuales están en la Fiscalía General de la República, son los verdaderos ejemplos de corrupción que esos grupúsculos pretenden ocultar con su campaña anticorrupción y el cuento de la CICIES.

Estos seudo movimientos han guardado silencio ante la propuesta del Gobierno de crear una nueva Ley de Probidad donde no fenezcan los delitos de enriquecimiento ilícito.

Recordemos que cuando Rosalío Tóchez, Presidente de la Corte de Cuentas,  desempolvó un caso de manejos irregulares de fondos del ISSS, cuando la ex vicepresidenta Ana Vilma de Escobar estuvo como directora, se justificó que se trataba de “persecución política” y que, además, ese caso ya había prescrito.

Esos movimientos pro Cicies jamás se han pronunciado porque esos casos de corrupción, al menos, sean ventilados públicamente, para que, si no hay persecución judicial que haya al menos una condena moral.

Tampoco estos grupos se han pronunciado ante los ocho puntos del Pacto Nacional de Integridad y contra la Impunidad propuesta por el gobierno.

Estos ocho puntos establecen: Imprescriptibilidad de delitos de corrupción; Aprobación de una nueva Ley de Probidad o de Enriquecimiento Ilícito; Depuración y contraloría social en el sistema judicial; Fortalecimiento de la Fiscalía General de la República; Transparencia en el cumplimiento de las responsabilidades  del sector empresarial; Transparencia en los medios de comunicación; Transparentar y regular el financiamiento de los partidos políticos y Prohibir donaciones a los partidos políticos por parte de personas jurídicas para el financiamiento de su publicidad.

Está claro entonces que los que abanderan la creación de una “Cicies” lo hacen con un fin manipulador de la opinión pública y así encubrir los actos de corrupción de los 20 años de gobiernos de ARENA, es decir, son unos farsantes.

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