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El PRTC en la Ofensiva Final de 1981 en San Vicente

Por: Oscar Martínez
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Miguel Ángel Alvarado, sale conocido durante la guerra como comandante Juan José Obregón (JJ), del Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC), recrea sus recuerdos de los preparativos, ejecución y del estado del PRTC al finalizar la  Ofensiva Final de 1981 en Cerros de San Pedro, San Vicente, del Frente Paracentral Anastasio Aquino del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

JJ recuerda que el teatro de operaciones militares del PRTC para la Ofensiva Final de 1981 fue en la Zona de Guazapa, de la Región Central Modesto Ramírez, bajo el mando del Comandante Sebastián Guevara; Zona Tres calles de la Región Oriental Francisco Sánchez, bajo la conducción del Comandante, Miguel Mendoza; Zona Cerros de San Pedro, San Vicente del Frente Paracentral Anastasio Aquino, bajo la conducción del Comandante José Juan Obregón. Los responsables generales de la Ofensiva político-militar del PRTC eran los Comandantes Roberto Roca y Jacinto Sánchez.

Wilber Mendoza (El Viejo Wilber), Jefe de la guerrilla del PRTC.
Wilber Mendoza (El Viejo Wilber), Jefe de la guerrilla del PRTC.

En la zona Cerros de San Pedro, el PRTC tenía 434 combatientes, organizados en 16 pelotones, cuatro secciones o compañías, equivalentes a un batallón dislocado en las diferentes comunidades de donde eran originarios los combatientes y en donde cada comunidad se encargaría de la alimentación y avituallamiento; además de tener una estructura miliciana estructurada en pelotones y las Brigadas de Trabajadores del Campo, que agrupaba la población civil.

El armamento del PRTC para la Ofensiva Final de 1981 en la zona Cerros de San Pedro del Frente Paracentral Anastasio Aquino consistía en un fusil Cal, un fusil G-3, nueve escopetas calibre 12 mm, 50 armas cortas, escasa munición y mucho explosivo casero: bombas de contacto, molotov, minas dirigidas anti-tanque y anti-personales y granadas fragmentarias de mano. El ERP entrego al PRTC 25 carabinas M1 y cinco fusiles FAL con 300 cartuchos para cada una; La mayoría de la gente estaba desarmada.

La sede de conducción Político-Militar de la Región estaba ubicada en el Cantón Amatitlán Arriba, de San Esteban Catarina, conducidas por un colectivo de compañeros del PRTC: un responsable general, Gonzalo Alvarado (Manuel Mendoza); un responsable militar, José Amaya (Rigoberto Lemus) y  los responsables político de masas era Ricardo Marín y Camilo Turcios.

Las milicias, así como los combatientes estaban organizados en escuadras y pelotones encuarteladas, que garantizaban la producción estratégica de granos de maíz, frijoles, arroz, ajonjolí, semillas de morro y harina de maíz tostado que se tenían en grandes graneros de lámina enterrados en suelo intrincado para garantizar su escondite, borrando rastros o huellas para evitar que el ejército los detectara y los destruyera. En estas tareas de logística jugó un papel importante la población civil organizada en las BTC.

La preparación política-militar del PRTC para participar en la Ofensiva Final de 1981 estaba en marcha, los mandos y combatientes realizaban las misiones de exploraciones del terreno, trabajaban en el diseño del plan de ataque a posiciones enemigas, se articulaban la logística de explosivos y municiones para las armas, acopio y preparación de depósitos para los alimentos para los combatientes, se realizaban las pruebas de las comunicaciones terrestres entre el mando superior y los mandos de choque y se preparaban las Brigadas de Salud, bautizadas con el nombre de “Manuel Federico Castillo”.

En Diciembre de 1980 se instala el Mando Conjunto del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en Cerros de San Pedro, San Vicente, del Frente Paracentral Anastasio Aquino, integrada por: José Juan Obregón del Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC); el compañero Gollo, del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP); Luisón y Netón de las Fuerzas Populares de Liberación  (FPL).

Mario Lungo y Antonio Massim, dirigentes poli?ticos-militares del PRTC.
Mario Lungo y Antonio Massim, dirigentes poli?ticos-militares del PRTC.

Se estructuran las jefaturas de operaciones conjuntas del FMLN en Cerros de San Pedro del Frente Paracentral Anastasio Aquino, integrada por Manuel de Jesús Jaime Larín Aparicio (Héctor de la O) del PRTC; Raúl Mijango, del ERP; Andrés y Jesús de las FPL y Alex, como representante del PCS- FAL, quien fue sustituido posteriormente por Inés Valladares (Danilo), instancia responsable de los preparativos militares y del diseño específico del plan de la Ofensiva Final.

Con una característica de honestidad y sinceridad de JJ, dice que en Cerros de San Pedro dio inicio la Ofensiva Final el 12 de enero de 1981, explica con mucha facilidad el plan militar en  tres direcciones de ataque a posiciones de la Guardia Nacional y Soldados de San Esteban Catarina; posición de Guardia Nacional y Soldados de Apastepeque y la posición de Guardia Nacional y Soldados  de Santa Clara.

Las direcciones de ataque hacia las posiciones enemigas de San Esteban Catarina y Apastepeque fueron realizadas por el PRTC, FAL y ERP,  la dirección de ataque hacia las posiciones enemigas de Santa Clara, la realizó el PRTC y las posiciones enemigas del Municipio de Tecoluca y Zacatecoluca las realizaron las FPL y las FAL, quienes con  las fuerzas milicianas realizaron emboscadas de contención en las carreteras de acceso a las 3 direcciones de ataque enemigas para golpear en movimiento con minas dirigidas a posibles refuerzos enemigos.

El PRTC, la FAL y el ERP lograron definir la posición de la Guardia Nacional y de Soldados ubicada en San Esteban Catarina, recuperando armas y municiones, en donde cayeron Isaac y otro compañero que al lanzarse al suelo para apostarse le explotaron las bombas de contacto -conocidas como papas- y salió herido Alex, del mando de las FAL.

En la tarde de ese mismo día un refuerzo de la 5ª Brigada de Infantería logró superar las contenciones milicianas y avanzar hacia San Esteban Catarina en maniobra envolvente, con el apoyo de fuego nutrido de artillería sobre nuestras posiciones tomadas en la periferia del pueblo y vías de repliegue.

Las fuerzas guerrilleras combatieron en Apastepeque, todo el día contra del enemigo, logrando acorralarlo en la comandancia, posición que no fue posible definir, debido a la caída del responsable del operativo, un compañero nicaragüense de seudónimo Frank del ERP; no obstante que el segundo al mando de la dirección de ataque, el compañero Aníbal Osorio (Tiburcio), tomó la conducción de la fuerza.

En Santa Clara se combatió todo el día reduciendo el puesto de la Guardia Nacional, esa posición no se logró definir por agotamiento de la munición, al no  usar el tiro a tiro y el tiro certero, la fuerza guerrillera se vio obligada a replegarse, ese mismo día con un compañero Jefe de pelotón, Napoleón gravemente herido de bala de fusil G3.

El mando político-militar del  PRTC se ubicó en la escuela del cantón Managua y el mando político-militar del ERP en la Iglesia del Cantón Haciendita, cerca de las dos direcciones de ataque bajo nuestra responsabilidad, desde donde a través de correos personales, se estableció una comunicación operativa con los mandos operativos de las tres direcciones que dirigían los combates en la línea de fuego.

Iniciados los combates, no se recibió ningún correo por varias horas, los mandos operativos de la línea de fuego se olvidaron de mandar los correos con la información de la situación operativa en cada dirección, teniendo que enviar correos desde el Mando de conducción a la línea de fuego a buscar a los compañeros para que enviaron información de la situación.

Leodan Alcides Figueroa, Correo del PRTC  “Botas de Hule”.
Leodan Alcides Figueroa, Correo del PRTC “Botas de Hule”.

El segundo, tercer y cuarto día de inicio del plan ofensivo en la Zona Norte de San Vicente, las operaciones del FMLN se limitaron a la realización de incursiones de hostigamiento a las posiciones de Santa Clara y San Esteban Catarina, que ya estaban reforzadas con soldados de la 5a Brigada de infantería y a las posiciones de la GN del Municipio de San Isidro Labrador, del Departamento de Cabañas.

En el desarrollo de todo el plan, fue clave el papel que jugó la estructura miliciana en el traslado de comida, agua y material explosivo para nuestros combatientes a la línea de fuego, asegurando el mantenimiento de los combates, así como en el traslado de los heridos al hospital de la retaguardia para que fueran atendidos por la estructura de salud médica conjunta.

El personal de masas se encargó de hacer la comida y tenerla lista para ser llevada por los milicianos a los combatientes y demás estructuras de servicios a las diferentes líneas de fuego, misión que cumplieron de la manera más eficiente y exitosa con mucha moral y coraje de lucha.

JJ desnuda las palabras para decirnos la situación del PRTC en Cerros de San Pedro, después de la Ofensiva Final. JJ dice que se caracteriza por la carencia  de recursos económicos, avituallamiento para las unidades guerrilleras: calzado, uniformes, alimentación y municiones entre otras; por ejemplo, se tenían combatientes descalzos, sin uniformes verde olivo, cada arma solo tenían 40 balas,  la ropa civil que tenían estaba muy deteriorada por el desgaste de los entrenamientos militares; así como vacío de conducción y comunicación entre la dirección estratégica y las direcciones tácticas y de estas con los mandos operativos.

En agosto, las “patas de hule”, como les llamaban a los correos del PRTC, eran ya disfuncionales  ante la velocidad cambiante de la realidad, especialmente cuando se trataba del avance enemigo, aunque la mayoría de correos se movilizaban rápidamente a caballo. De San Salvador, se mantuvo el abastecimiento, muy mínimo, con dinero, clorato y azufre para la elaboración de explosivos. La difícil situación del PRTC llevó a la deserción de combatientes que se incorporaron al ERP.

El ERP y las FPL controlaban, en ese momento, las relaciones estratégicas en el exterior, y las zonas donde se realizaban los desembarcos de armas, municiones, dinero y equipos,  lo que les permitía quedarse con la mayor parte de ellas, entregándoles a las otras tres organizaciones político militares, lo que era “su voluntad”.

En Marzo de 1981 la Fuerza Armada lanzó su primer operativo militar de invasión a la zona Cerros de San Pedro de gran envergadura en dos direcciones, el primer avance inició desde San Esteban Catarina en dirección norte, hacia la profundidad de nuestra zona bajo control, apoyada con fuego de artillería, la cual estuvo ubicada en el desvío de los Cocos de Santa Clara, desde donde con morteros y obuses mortereaban y cañoneaban la línea defensiva de fuego del FMLN para ablandarla, mientras la tropa avanzaba desplazándose en maniobra por tierra buscando envolver las unidades combativas para aniquilarlas; La otra dirección de avance enemigo inició desde San Sebastián hacia el Cantón Santa Elena y la Esperanza, la primera avanzó rumbo al Caserío Ayalitas y la segunda avanzó hacia el Cantón Cerros de San Pedro para concluir las dos direcciones.

A los tres días de iniciado el operativo militar, en el Cantón Amatitán Abajo, sin obtención de resultados significativos para la FAES debido a que el repliegue con un aproximado de 7 mil personas de la población civil organizada en las Brigadas de Trabajadores del Campo (BTC) y el Bloque Popular Revolucionario (BPR) se realizó hasta el Casco de la Hacienda del Cantón San Gerónimo, Santa Clara, mientras la fuerza guerrillera combatía conteniendo el avance del  enemigo replegándose de manera escalonada para evitar que la población Civil fuera masacrada.

Ante el lanzamiento del operativo militar del enemigo, como mando conjunto del FMLN se procedió a organizar la defensa de la zona sobre el terreno de una forma escalonada, la cual consistía en una línea de defensa móvil frente a las dos direcciones del avance enemigo que al ser detectada descargaba todo el volumen de fuego de su fusilería, cañones y morteros para ablandarla, desalojarla, aniquilarla y continuar su avance; era un volumen de fuego que caía en el vacío ante la habilidad de las unidades guerrilleras para evadir y maniobrar sobre el terreno.

A pesar de la falta de  precisión con el fuego artillero que pronto corregían para realizar una nutrida descarga de obuses y morteros sobre las posiciones guerrilleras no lograron causar bajas debido a la táctica de movimiento en el terreno; logrando mantenerse hasta entablar el combate frontal directo con el avance terrestre de la tropa para luego replegarse de manera escalonada a otra posición, resistiendo paso a paso para dar tiempo al lento desplazamiento que realizaba la población civil organizada en el BPR y BTC.

El PRTC enfrentaba un operativo militar sin armas y municiones contrario al ERP Y FPL que tenían hasta dos por persona, al final el ERP entregó municiones y 100 por fusil al PRTC.

Por el gran volumen de fuego que empleaba y el empuje que traía el avance militar enemigo era difícil mantener la disciplina en los combatientes, que se retiraban de la línea de fuego con su fusil para ir en ayuda a su esposa con sus hijos y sus padres a replegarse. Otros desertaban por la moral baja ante la intensidad del fuego artillero y fusilería del enemigo, cansancio, hambre y tardanza del relevo.

En Marzo de 1981 el Mando Conjunto Político-Militar del FMLN en Cerros de San Pedro, acordaron realizar un curso de capacitación de explosivos bajo la coordinación de Roque, del PRTC, dirigidos a  60 compañeros del PCS, PRTC y FPL.

Una vez más, en Abril 1981, la Fuerza Armada lanzó su segundo operativo militar de invasión a la zona Cerros de San Pedro, en tres direcciones de ataque, la primera era de Norte a Sur, desde el Llano de Hacienda y Potrero de Batres de San Isidro Cabañas, hacia Amatitán Abajo de San Esteban Catarina; la segunda avanzó desde San Sebastián, hacia el Cantón Desmontón, Santa Elena, Ayalitas y Cerros de San Pedro, y la tercera inicio desde Villa Dolores Cabañas, en dirección Oeste de Las Aradillas hasta alcanzar el Cantón San Jerónimo de Santa Clara, San Vicente.

Las piezas de mortero de 81 y 120 mm. las tenían colocadas en el Llano de Hacienda y en Santa Clara con las cuales descargaban sobre la línea de fuego guerrillero y en el interior de la zona un nutrido cañoneo artillero de fuego cruzado, los ensordecía recuerda JJ. En esa ocasión tuvieron una baja de un combatiente llamado Casimiro, del pelotón dirigido por el compañero Romeo Osorio, de seudónimo Gerardo Zelaya, ubicado en los bordos sur del río Titiguapa, en Amatitán Abajo.

En el bordo Sur del Río Titihuapa, las fuerzas guerrilleras en la contención del avance enemigo del Llano de hacienda y Potrero de Batres, cayó combatiendo Alonso, que recién había ingresado a la zona con Gerardo Zelaya y Roque, responsable del taller de explosivos.

El avance enemigo, al interior de la zona, obligó a las fuerzas guerrilleras al repliegue  con la población civil hacia el Cantón Chilillo y Caserío El Coyol, momentos en que el avance de la Fuerza Armada se detuvo en Amatitán Arriba, Amatitán Abajo y San Gerónimo.

Ante ese operativo, dice JJ, surgió la necesidad de una nueva modalidad táctica para golpear y contener el avance de la FAES con pequeñas unidades móviles guerrilleras,  sorprendiéndolo y golpeándolo de día por el frente,  maniobrando por los flancos para volverlo a golpear en una nueva posición desde su retaguardia, hostigarle y golpearlo de noche con golpes de mano, ataques de hostigamiento con bombas de contacto en sus asentamientos de descanso.

Así se realizó después  por las unidades conjuntas integrada por combatientes de la FAL y del PRTC un golpe de mano durante la noche a la FAES en el Casco de la Hacienda Vieja de Amatitán Abajo, causándole bajas entre muertos y heridos. Al mando de la operación estuvo la FAL del PCS. Este golpe de mano obligó al enemigo a suspender el operativo y retirarse en la misma noche de manera silenciosa cargando heridos y dejando los muertos en el Casco de Hacienda Vieja. Al finalizar el operativo, los compañeros de la FAL  propusieron al mando conjunto montar una Escuela de capacitación militar para entrenar a todas las fuerzas de las organizaciones en el manejo de guerra irregular, la cual fue aceptada y realizada con los combatientes del PRTC y ERP que carecían de una capacitación de la nueva modalidad táctica que se estaba tratando de implementar.

En Mayo de 1981, el PRTC superó la comunicación estratégica con la conducción general, pues los compañeros de la FAL les prestaron un radio Yaesu de banda internacional para que se comunicaran directamente con la dirección.

Entre Junio y Julio de 1981, representantes del Frente Democrático Revolucionario (FDR) ingresan a la zona Cerros de San Pedro, entre ellos: el Lic. Eduardo Calles, El Lic. Quintanilla y la compañera Graciela Benavides para dar una conferencia de prensa desde el frente de guerra.

La prensa aprovechó la oportunidad para entrevistar a Oscar Miranda Flamenco, conocido durante la guerra civil de El Salvador como Comandante Miguel Mendoza, del Mando Militar del PRTC- FMLN, quien tenía la nueva estrategia orientada por la Comandancia General del FMLN, sintetizada en ¡Resistir, Desarrollarnos y Avanzar! Así la lucha continuaba por la vida.

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