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@arpassv
En una campaña publicitaria criticada hasta por sus propias bases, ARENA dice que está dando el “primer paso por la transparencia”. En un spot difundido en redes sociales y en algunos canales televisivos, el partido oligárquico afirma que apoya y trabaja por la rendición de cuentas, la denuncia ciudadana y la lucha contra la corrupción.
La historia y la realidad, sin embargo, desmienten contundentemente el proselitismo arenero: la transparencia, rendición de cuentas y anticorrupción no son rasgos distintivos de la práctica política del principal partido de derecha. Al contrario, las gestiones de ARENA se han caracterizado por la intransparencia, la opacidad y el actuar a espaldas de la ciudadanía.
Las privatizaciones y la dolarización, dos medidas emblemáticas de los gobiernos areneros se implementaron engañando a la población: las privatizaciones se presentaron como “modernización” y la dolarización como “bimonetarismo”. Además, la larga lista de escandalosos casos de corrupción (Nejapa Power, CEL-Enel, donaciones de Taiwán, ex Bulevar Diego de Holguín, etc.) confirma que lo de ARENA no es la transparencia y la anticorrupción.
Y en la actualidad, lejos de dar un “primer paso por la transparencia”, el partido opositor ha dado varios pasos en sentido contrario. Es decir, ARENA ha dado contra-pasos hacia la corrupción que lo alejan aún más de la transparencia y la rendición de cuentas.
Un primer contrapaso consiste en no devolver los dineros de la corrupción y no poner a disposición de la justicia a sus dirigentes, ex dirigentes, funcionarios y ex funcionarios señalados de corrupción: los “destinatarios” de los fondos de Taiwán, la diputada Ana Vilma de Escobar por el FECEPE, etc. ARENA ni siquiera devuelve los 10 millones de dólares para los afectados por los terremotos de 2001 que desvió para la campaña presidencial de 2004.
Un segundo paso es la protección a los evasores y elusores: el partido oligárquico se opone a la ley de cobro coactivo, a las penas de cárcel para los evasores, a derogar las leyes de la elusión, a la reforma de pensiones y a la reforma fiscal progresiva donde “paguen más quienes tienen más”. ARENA, incluso, se molesta por la publicación de la lista de deudores tributarios y morosos con el fisco.
Un tercer paso tiene que ver con una serie de ataques al trabajo de la Secretaria de Transparencia de la Presidencia y descalificaciones al Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), al que en algunas ocasiones ha acusado de estar el servicio del Ejecutivo.
Un cuarto paso se relaciona con el ocultamiento de sus financistas. El partido oligárquico no logra demostrar ante el Tribunal Supremo Electoral la procedencia de 19 millones de dólares que utilizó en su última campaña electoral.
Así que no hay tal “primer paso por la transparencia”, lo de ARENA son contra-pasos hacia la opacidad y la corrupción.
