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María Silvia Guillén y Rogelio Canales, integrantes del movimiento 5 Más, durante entrevista en Radio Maya Visión. Foto Diario Co Latino.

Carta Magna reformada de manera arbitraria

Mirna Jiménez
Diario Co Latino

En los últimos nueve años la Constitución de la República ha sido sometida a una gran cantidad de reformas arbitrarias e ilegales, por parte de cuatro magistrados de la Sala de lo Constitucional, manifestaron integrantes de la Asociación de Constitucionalistas de El Salvador (ASCOES).

“Señores de la Sala de lo Constitucional, en sus actuaciones hubo actos arbitrarios que contrarían el texto de la Constitución y que hace el delito constitucional que implica la violación concreta de las disposiciones de la Constitución. Estos señores responderán, además de los delitos penales que pueden haber cometido, por los delitos constitucionales que el pueblo les juzgará”, afirmó el abogado Rogelio Canales ayer en radio Maya Visión, con motivo del 34 aniversario de la Constitución de 1983.

Según los abogados, los magistrados Belarmino Jaime, Florentín Meléndez, Sidney Blanco y Rodolfo González han violentado artículos de la Constitución cuya claridad no amerita ninguna explicación, pero además, cualquier modificación a las normas constitucionales requieren de la aprobación de los diputados en dos periodos legislativos distintos e inmediatos, el primero para aprobar la reforma y el segundo para ratificarla.

Así lo señala el artículo 248 de la Constitución de la República, la que establece además que una modificación al texto constitucional solo puede hacerse a iniciativa de no menos de 10 diputados de la Asamblea Legislativa.

La jurista María Silvia Guillén llamó a la comunidad jurídica a analizar con seriedad lo que considera abusos y arbitrariedades de los cuatro magistrados, que han venido paulatinamente invadiendo más atribuciones constitucionales tanto del Ejecutivo como de la Asamblea Legislativa, así como reformando ilegalmente la Carta Magna.

“La tolerancia con que se han manejado sus resoluciones ha permitido que cada vez ellos vayan agarrando más fuerza, y si antes había un súper presidencialismo en tiempos de ARENA, ahora el suprapoder está en mano de cuatro abogaditos de este país”, afirmó.

“La pregunta a la comunidad jurídica… ¿y la Constitución ha sido reformada en forma diferente de lo que plantea su texto en el artículo 248? Y la respuesta es que sí. Ha sido modificado su texto por estos cuatro señores que están en la Sala de lo Constitucional, pero ahora ya no es solo este texto que estamos leyendo, también hay un puño de reformas hechas a usanza y a medida de estos señores, violentando las disposiciones de la misma Constitución y ¿qué dice la Constitución en su artículo 235?, que estos funcionarios responderán conforme las leyes de la República por sus actuaciones.

Guillén señaló que Costa Rica y Honduras son ejemplos de reformas constitucionales arbitrarias tomadas desde el poder judicial, para el caso, en el tema de la reelección presidencial con las fatales consecuencias en este último país. “Qué grave sería, obviamente estos cuatro magistrados no dirían en este momento que puede haber reelección (presidencial) en el país, pero sí en otro momento lo pueden decir y ¿qué vamos a decir, que se cumpla solo porque lo dice la Sala de lo Constitucional?”, preguntó Guillén.

En su boletín de marzo de 2009, antes de la llegada de la izquierda al Gobierno y la entrada de la actual Sala de lo Constitucional, FUSADES planteaba que “mal se haría al pretenderse interpretar la Constitución de una manera que vaya más allá del espíritu que estuvo presente al momento que los legisladores constituyentes dejaron plasmados dichas disposiciones en el texto de la Carta Magna”.

Y sobre una hipotética reforma al artículo 248, en su inciso cuarto, referente al sistema de Gobierno FUSADES planteaba que “sería una grave violación al texto constitucional y al espíritu de la misma que busca garantizar que dicha disposición sea intocable, con el fin de fomentar la estabilidad del marco institucional y normativo al ponerle al abrigo de las diversas coyunturas políticas y dotarle del adecuado grado de rigidez frente a diversos actores de todo tipo, presentes en la contienda política cotidiana”.

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