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Perla Rivera Núñez
Poeta hondureña
No siempre esta frase adquiere pertenencia en un artista, el suicidio es un tema que ha llenado sendos espacios de análisis en este campo. Se han realizado diccionarios, antologías, tratados y más sobre el hecho. La cuestión de ser suicidas adquiere un tinte macabro y llama al interés de las personas por conocer los motivos que hacen que estos personajes talentosos salten hacia ese abismo del desprendimiento de su vida, desde su mundo extraordinario y complejo que los ha dejado de llenar o que los vacía.
Cioran lo dice: “El propio suicidio es un acto extraordinario. Así como llevamos la muerte en nosotros, llevamos también el suicidio”.
A lo largo de la historia se mencionan artistas de todas las áreas del arte. Un caso muy representativo, triste y casi poético es el de la poeta Alfonsina Storni que se internó en el mar, víctima de la depresión por un mal manejo de sus enfermedades vio la muerte como una posibilidad, hasta la misma Sylvia Plath que se dejó seducir por la libertad que le ofrecía la válvula del gas de la cocina de su casa, víctima de su bipolaridad y el maltrato emocional por las infidelidades de su esposo, también poeta.
El ensayista español Ángel Ganivet que se arrojó al mar y luego de ser rescatado regresó y se arrojó al río, como una forma insistente y radical de la necesidad de la muerte, la cantante Violeta Parra que cede ante la muerte su vida mediante un disparo, y así una gran lista de personas maravillosas que encontraron en el suicidio la única puerta que les abría la posibilidad de ser libres.
Mayakovski, Pizarnik, Anne Sexton, la lista sigue, incluyendo a los nuestros, el poeta Manuel Molina Vijil quien se disparó en la sien con su arma de fuego (Nació en Tegucigalpa el 25 de octubre de1853 y murió en la misma ciudad, el 9 de marzo de 1883). Su época de escritor coincidió con el período de la Reforma Liberal; debido a lo anterior, su nombre se incluye en la segunda generación de poetas hondureños o Generación de Joaquín Palma. Se suicidó a la edad de 30 años (Datos del Historiador hondureño José Gonzales Paredes)
¿Quién me dijera entonces que cercano
estaba el fin de nuestro amor vehemente,
Y que tu corazón indiferente
Mi corazón evocaría en vano?
y José Antonio Dominguez, quien nació en Juticalpa Olancho, falleciendo en la misma ciudad víctima de un disparo en el pecho, tras una larga agonía muere a los treinta y cuatro años de edad. (Biografía de escritores Hondureños)
Aquí un fragmento de uno de sus más representativos poemas Himno a la materia
Tú sin duda
no debes ni pensar. No te hace falta
porque tus pensamientos son acciones.
Eres tan grande, en realidad tan grande,
que delante de ti todo es pequeño.
Y pensar que muy pronto, yo si acaso
soy átomo que piensa porque vive
dejaré de alentar para perderme.
y fundirme en tu seno hecho partículas
que al combinarse han de dar vida luego
ora a yerba y arbustos, al mezclarse.
¡Pensar que este fenómeno radiante
de mi vida infeliz ha de extinguirse
cual si no hubiese sido!
Considero que el artista canaliza ese mundo interior caótico y prolífico hacia la creación, así como el pintor prepara el lienzo para expresar ese mundo interior, el escritor toma su libreta o su ordenador y lo describe. La fuerza o presión que nos presenta el contexto actual es digerido de diferentes formas, el artista por naturaleza es más sensible a estos cambios y le afectan de manera que para muchos representa la muerte o la salvación.
La poesía tiene esa facilidad de llegar a presentar ese desdoblamiento y ofrecer mediante la metáfora diversas formas de significado para cada persona, aquello que puede ser interpretado de una forma liberadora para mi, puede llegar a ser una expresión dolorosa para otra. Y queda plasmado en la obra de cada uno. El descontento con la vida o la forma de hacer una catarsis al dolor creando arte.
Como dice Sartre: El hombre está condenado a ser libre, considero que cada quién encuentra esa la libertad en un lugar que mejor le parece.
Van Gogh lo explica de esta forma hermosa; El arte es para consolar a aquellos que están rotos por la vida.
Siempre digo que la poesía me hizo sobreviviente, el tener disponibles desde pequeña las enciclopedias y libros de mi madre y los textos que ella hizo llegar a mis manos, el escribir como una necesidad, logró que canalizara las diversos conflictos que a lo largo de la vida se nos han presentado. Escribir o leer sobre situaciones que vivimos ayuda de alguna manera a aliviar esas cargas, porque todo artista deja impreso en su universo artístico ese mundo interior que ha sido moldeado através de su vida. Y considero que compartirlo es liberarlo.
La vida está ligada a la muerte pero siempre está en nuestras manos asirnos a la tabla que nos salve o nos libere mientras esta nos llega. Para mi la vida es una posibilidad permanente y yo apuesto siempre por ello. A esa tabla del arte es a la que decido asirme.
