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Por Zoom Dosso/Rod Mac Johnson/
Monrovia/AFP
Liberia y Sierra leona, dos países en estado de emergencia frente al virus Ébola, pusieron en cuarentena el jueves a tres ciudades de la zona contaminada, cerraron carreteras y centros de ocio, unos esfuerzos cada vez más desesperados para frenar la epidemia.
Europa, por su parte, recibió este jueves un primer enfermo de ébola, el misionero español Miguel Pajares, contaminado en Liberia y hospitalizado en Madrid, unos días después de la repatriación de dos enfermos oriundos de Estados Unidos, donde la alerta sanitaria es máxima.
En el avión viajó también la religiosa española Juliana Bonoha, que atendía a Pajares y dio negativo en los tests del ébola, informó el Ministerio de Defensa español.
«El cura está en una situación estable» y la monja «está en muy buen estado general», afirmó el gerente del hospital Carlos III de Madrid, Rafael Santamaría, en rueda de prensa.
Frente a la epidemia más grave desde la aparición de esta fiebre hemorrágica en 1976, con más de 930 muertos, se multiplican los llamamientos a un despliegue extraordinario de medios, con la consiguiente polémica sobre el uso eventual de tratamientos prometedores aún experimentales.
En Liberia, el Ejército recibió la orden de limitar los movimientos de la población y controlaba estrictamente los accesos a la capital, Monrovia, desde las provincias afectadas.
Cientos de personas estaban bloqueadas por controles militares entre el norte y Monrovia, antes incluso de la declaración por la noche del estado de emergencia por la presidenta Ellen Johnson Sirleaf.
Ante «la magnitud y la escala de la epidemia, la virulencia y mortandad del virus», Sirleaf estimó que la situación «exigía medidas extraordinarias para la supervivencia del Estado».
La presidenta decretó el estado de emergencia durante 90 días y advirtió de que «el gobierno tomará medidas extraordinarias, incluyendo de ser necesario la suspensión de ciertos derechos y privilegios».
El ministro liberiano de Defensa, Burnie Samuka, oficializó el lanzamiento por el Ejército de la «Operación Escudo Blanco» y anunció la instalación de controles en varias localidades para limitar o detener completamente los desplazamientos.
En la provincia de Lofa, limítrofe con Sierra Leona y Guinea, también afectada por la epidemia, la ciudad de Gbakedou estará en cuarentena, precisó el ministro.
En Guinea, donde la epidemia se declaró a principios de año, la fiebre Ébola afecta a 33 prefecturas del país, según el jefe de la prevención y lucha contra la enfermedad, el doctor Sakoba Keita.
‘Inhumación en el sitio mismo’
En Sierra Leona, las ciudades de «Kenema y Kailahun fueron colocadas en cuarentena», anunció un portavoz del Gobierno, Abdulai Bayratay, y añadió que esta medida «se mantendrá todo el tiempo que haga falta». Podría durar de 60 a 90 días, dijo, como otras decisiones ligadas al estado de emergencia decretado el 1 de agosto por el presidente Ernest Bai Koroma.
La presidencia sierraleonesa anunció asimismo la limitación de la circulación de las moto-taxis de 07H00 a 19H00, y el cierre inmediato de salas nocturnas, cines y vídeo-clubs. Además, «los enfermos de ébola que fallezcan deberán ser inhumanos en el sitio mismo de su deceso», según la presidencia.
En Nigeria, donde el miércoles se produjo una segunda muerte, de una enfermera que atendió a un pasajero de Liberia fallecido el 25 de julio, los médicos de los hospitales públicos de huelga desde el 1 de julio, anunciaron el jueves la suspensión del movimiento de protesta ante la gravedad de la situación.
Los dos fallecimientos de ébola en Nigera se produjeron en Lagos, la ciudad más poblada del África subsahariana, con más de 20 millones de habitantes, donde cinco casos confirmados fueron colocados en cuarentena.
En Lagos, el Ministerio de Sanidad anunció que establecerá un control de pasajeros de las líneas aéreas que abandonan el país. Quienes hayan contraído el virus no podrán viajar al extranjero.
En Liberia, el sindicato del personal sanitario amenazó con una huelga si el Gobierno no proporciona el material necesario con el ébola. «No tenemos guantes, ni combinaciones ni el equipo requerido», declaró Deemi Dearzrua, secretario general del sindicato.
Benín esperaba este jueves los resultados de tests a dos pacientes que presentaban los síntomas de la enfermedad y estaban aislados en hospitales, uno en Cotonou y el otro, nigeriano, en la capital, Porto Novo, anunció un alto responsable del Ministerio de Sanidad.
La Comisión Económica de los Estados de África Ocidental, que reagrupa a 15 países, decidió suspender en agosto, y más tiempo si es necesario, todas las reuniones que debían poner en contacto a representantes de los países afectados por la epidemia, anunció a la AFP su portavoz, Sunny Ugoh.
La importación del ébola a Estados Unidos es «inevitable» debido a la globalización de la aviación comercial, dijo el jueves un alto funcionario de Salud, pero aseguró que es muy improbable que un brote se convierta en epidemia por la eficiencia del sistema sanitario.
El virus Ébola se transmite por contacto directo con la sangre, líquidos biológicos o tejidos de personas o animales infectados. Provoca una fiebre caracterizada por hemorragias, vómitos y diarreas. Su índice de mortalidad varía entre un 25 y un 90%.
